Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades. Si pierden su conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. OE17
miércoles, 6 de octubre de 2010
121. “El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra.”
Prov. 21:21.
“El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra.”
Si tú subes al avión para Buenos Aires, con certeza llegarás a Buenos Aires. No hay forma de tomar la autopista de Washington a Nueva York y llegar a Miami. Este es el consejo bíblico de hoy. ¿Deseas obtener vida, justicia y honra? Sigue el camino de la justicia y de la bondad. Jesús es ese camino.
Cuando Jesús estaba en la tierra, dijo un día: "Yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí".*
¿En qué sentido Jesús es el camino? Él te invita a una vida de compañerismo diario. El cristianismo es justamente eso, andar con Jesús todos los días. Desde la hora en que te despiertas, temprano por la mañana, hasta la hora en que te acuestas. Trabajando, estudiando, comprando y vendiendo, haciendo cualquier cosa. Si tú tienes conciencia de la presencia de Jesús, eres un cristiano. La tragedia humana es limitar la vida cristiana a una hora por semana en la iglesia o, en la mejor de las hipótesis, a una hora de meditación y oración por día. Todo eso es bueno, pero insuficiente para vivir una vida feliz. El secreto es no apartarse de Jesús un instante, permitir que él forme parte de las negociaciones y de las decisiones. Andar permanentemente con él.
¿Cómo es posible eso? ¿Significa que debemos caer en el terreno del misticismo, tratando de oír "la voz de Jesús", o experimentando sensaciones sobrenaturales? ¡No! Jesús guía la vida de sus hijos a través de las enseñanzas de su Palabra. Si tú no la lees, y no meditas en la Palabra de Dios, ¿cómo te va a hablar él en los momentos de necesidad? La Biblia es la revelación escrita de la voluntad de Dios para el ser humano.
El camino es Jesús, su Palabra es la guía. Seguir a Jesús es seguir los consejos bíblicos. Tú encuentras en ella instrucciones para las circunstancias más difíciles de la vida: cómo educar a tus hijos, cómo salir de las deudas; cómo cultivar relaciones, etcétera.
Haz de este día un día de decisiones de vida. Consigue una Biblia, léela, estúdiala, vale más que una carrera universitaria o un título doctoral. Jesús es la Fuente de la sabiduría. Y no olvides: "El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y la honra".
Alejandro Bullón
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