Los famosos amotinados que hundieron el barco inglés Bounty, terminaron por establecerse con sus mujeres nativas en la solitaria isla Pitcairn. El grupo estaba formado por nueve marinos ingleses, seis tahitianos, diez tahitianas y una joven de 15 años. Uno de los marineros descubrió cómo destilar alcohol, y muy pronto la borrachera corrompió la comunidad. Las peleas entre hombres y mujeres eran continuas y violentas. Después de poco tiempo, sólo había un sobreviviente del grupo que primero llegó a la isla; pero este hombre, Alexander Smith, encontró una Biblia en un baúl sacado del barco. Comenzó a leerla y a enseñar a otros lo que él aprendía. Su vida cambió y, finalmente, también la de todos los isleños. Esta gente estuvo completamente aislada del resto del mundo hasta que en 1808 el barco norteamericano Topaz arribó a la isla. La tripulación encontró una comunidad próspera, ordenada, sin crimen, ni cárcel, ni alcohol. La Biblia había cambiado la isla: de un infierno terrenal se había transformado en lo que Dios desea que sea el mundo. Y así permanece hasta hoy.
¿Habla Dios a la gente mediante la Biblia todavía?
Sin la menor duda. Al escribir estas líneas pienso en la respuesta que nos envió un estudiante de uno de nuestros cursos, en la que dijo: "Estoy en la cárcel, sentenciado a muerte por un crimen que cometí. Antes de estudiar este curso estaba perdido; pero ahora tengo una esperanza segura y he hallado un nuevo amor". La Biblia tiene un poder que transforma la vida. Cuando la gente realmente comienza a estudiarla, sus vidas cambian drásticamente.
1. CÓMO NOS HABLA DIOS A TRAVÉS DE LA BIBLIA
Antes de pecar, Adán y Eva solían hablar con Dios cara a cara. Pero cuando Dios los visitó después que pecaron,
¿qué hicieron ellos?
"Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y la mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto". -- Génesis 3:8. El pecado interrumpió el contacto personal con Dios.
¿Qué hizo entonces Dios para comunicarse con el ser humano?
"Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas". -- Amós 3:7. Dios no nos ha dejado en la oscuridad en cuanto a la vida y su significado. Por medio de sus profetas -personas que él llamó para que hablaran y escribieran en su nombre-- nos ha revelado sus respuestas sobre los grandes interrogantes de la vida.
2. ¿QUIÉN ESCRIBIÓ LA BIBLIA?
Los profetas dieron los mensajes de Dios en forma oral y escrita mientras vivieron. Más tarde, estos mensajes proféticos fueron reunidos, bajo la dirección de Dios, en el libro que llamamos Biblia.
¿Pero cuán dignos de confianza son estos escritos?
"Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo". -- 2 S. Pedro 1:20-21. Los escritores de la Biblia no pusieron allí su propia voluntad o deseo. Contaron en lenguaje humano todo lo que vieron y escucharon; pero su mensaje vino de Dios directamente, a través de su Espíritu. En la Biblia, Dios revela su voluntad y nos asegura que el bien finalmente triunfará sobre el mal y que la paz reinará para siempre en el mundo.
¿Es inspirada toda la Biblia?
"Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, reprender, enmendar e instruir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, cabalmente instruido para toda buena obra". -- 2 Timoteo 3:16-17. La Biblia afecta tan profundamente a los seres humanos porque "toda es inspirada por Dios". Si desea saber el porqué de la vida, estudie las Sagradas Escrituras honestamente y con oración. Pida la presencia del Espíritu Santo cada vez que abra sus páginas, y así como inspiró a los profetas en la antigüedad, también le guiará a usted para que sus enseñanzas transformen su vida.
3. LA UNIDAD DE LA BIBLIA
La Biblia está compuesta de 66 libros. Los 39 del Antiguo Testamento fueron escritos entre 1400 y 400 a.C. Los 27 libros del Nuevo Testamento fueron escritos entre los años 50 y 100 d.C. El profeta Moisés escribió los primeros cinco libros 1400 años a.C. El apóstol Juan escribió el último libro, el Apocalipsis, alrededor del año 95 d.C. Durante los 1.500 años transcurridos entre la redacción del primero y del último libro de la Biblia, por lo menos otros 38 profetas escribieron inspirados por Dios. Los varios escritores de la Biblia vivieron en diferentes tiempos y culturas, algunos separados por cientos de años. En muchos casos ni se conocieron. Unos eran comerciantes, otros pastores, pescadores, soldados, médicos, predicadores, reyes, etc. Es decir, personas de las más variadas culturas, formas de vida, niveles sociales, y hasta de opuestas filosofías.
Pero lo maravilloso es que los 66 libros de la Biblia, con sus 1.189 capítulos formados por 31.173 versículos, revelan una unidad armoniosa en todo su mensaje. Supongamos que alguien toca a su puerta y cuando entra deja en la sala de su casa un pedazo raro de mármol. Después sale sin hablar. Así sucesivamente, unos 40 visitantes más hacen lo mismo: uno tras otro coloca su pedazo de mármol junto al primero. Y cuando sale el último, usted contempla, para su asombro, que se ha formado una hermosa estatua. Posteriormente usted descubre que estos "escultores" nunca se conocieron y que provenían de diferentes partes del mundo: China, Brasil, Rusia, India y otras partes del mundo. ¿Qué pensaría usted? Seguramente que alguien planeó la estatua y envió a cada escultor instrucciones exactas y específicas.
La Biblia comunica, en todas sus páginas, un mensaje coherente, como una perfecta estatua de mármol. La asombrosa unidad de la biblia es una prueba fehaciente de que no se trata meramente de literatura humana, sino de la Palabra de Dios.
(1) La preservación de la Biblia es asombrosa.
Todos los primeros manuscritos fueron copiados a mano -mucho antes de que se inventara la imprenta. Los escribas hacían copias de los originales, y las distribuían. Muchos de esos manuscritos, o parte de ellos, todavía existen. Los manuscritos en hebreo del Antiguo Testamento son de los años 150 a 200 a.C. Fueron descubiertos cerca del Mar Muerto en 1947. Es asombroso que esos rollos de más de 2.000 años de antigüedad contengan exactamente las mismas verdades del Antiguo Testamento de nuestra Biblia de hoy. ¡Es una poderosa evidencia para confiar en la divina inspiración de las Sagradas Escrituras!
Los apóstoles escribieron mucho del Nuevo Testamento en forma de cartas, dirigidas a las iglesias que se establecieron después de la resurrección de Jesús. En los grandes museos de Europa y América se exhiben más de 4.500 manuscritos o parte de ellos. Algunos son del siglo II d.C. Si los comparamos con nuestras Biblias, podemos ver que el Nuevo Testamento esencialmente no ha sufrido cambios desde que fue escrito por primera vez. La Biblia ha sido traducida total o parcialmente a más de 2.060 lenguas y dialectos, y sigue siendo el Libro más vendido. Cada año se venden más de 150 millones de Biblias o parte de ella.
(2) La exactitud histórica de la Biblia es asombrosa. Los descubrimientos arqueológicos han confirmado dramáticamente el carácter fidedigno del registro bíblico. Los historiadores han descubierto tablas de arcilla y monumentos de piedra que han arrojado luz sobre nombres, lugares y sucesos conocidos antes sólo por la Biblia. Por ejemplo: según Génesis 11:31 Abrahán y su familia "salieron de Ur de los Caldeos para ir a la tierra de Canaán". Los eruditos afirmaban que Ur nunca existió, pero los arqueólogos desenterraron un templo en Irak y en un cilindro encontraron escrito, en signos cuneiformes, el nombre de Ur. Hallazgos posteriores mostraron que Ur era una ciudad próspera y cuna de una gran civilización. La identidad de la ciudad había sido olvidada por los historiadores, pero la Biblia preservó su nombre -hasta que la pala del arqueólogo confirmó su autenticidad. Y Ur es solamente uno de los muchos ejemplos con los que la información arqueológica confirma la exactitud de la Biblia.
(3) El cumplimiento exacto de las predicciones de la Biblia prueba que usted puede confiar en ella. Las Sagradas Escrituras contienen muchas asombrosas predicciones de eventos futuros que se están cumpliendo ante nuestros ojos. Examinaremos algunas de estas profecías en las próximas lecciones.
5. ¿CÓMO ENTENDER LA BIBLIA?
Al explorar la Palabra de Dios recuerde estos seis principios:
(1) Estudie la Biblia con una sincera oración. Si se acerca a ella con mente y corazón abiertos por medio de la oración, experimentará un contacto personal con Jesús. (Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; ...porque tomará de lo mío y os lo hará saber" (S. Juan 16:13-14).
(2) Lea la Biblia diariamente. El apóstol Pablo alabó a los cristianos de Berea porque "recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran" ciertas (Hechos 17:11). El estudio diario de la Biblia es la clave del poder en nuestras vidas.
(3) Deje que la Biblia hable por sí sola. La Biblia es un mensaje de Dios,
por ende se constituye no sólo en la verdad sino también en la prueba de toda verdad (Isaías 8:20). No debemos dejar que cualquier creencia "religiosa" o principio explique cualquier parte de las Escrituras. Tratar de que la Biblia cuadre dentro de una idea preconcebida sólo hará que "torzamos" la Biblia para nuestra "propia perdición" (S. Pedro 3:16). Asegúrese que comprende cada declaración de la Biblia según su contexto; a quién se habla, cuál es el problema, qué otras palabras son pertinentes, etc. La pregunta clave es: ¿Qué quiere decir el escritor? Después de captar lo que dice el texto podemos aplicarlo inteligentemente a nuestras vidas.
(4) Estudie la Biblia por temas. Para comprender bien las verdades bíblicas debemos dejar que la Biblia sea sus propio intérprete. ¿Cómo? Compare texto(s) con texto(s). Jesús usó este método para demostrar que él era el Mesías: "Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían". -- S. Lucas 24:27. Colocando en orden todo lo que la Biblia dice sobre un tema específico, tendremos una perspectiva balanceada, en armonía con el punto de vista divino.
(5) Estudie la Biblia para recibir poder para vivir para Cristo. La Palabra de Dios es una "espada de dos filos", como se describe en Hebreos 4:12. Es un arma viviente en nuestras manos para vencer las más persistentes tentaciones.
(6) Escuche cómo le habla Dios por medio de su Palabra. Si desea conocer una verdad específica de la Biblia, debe seguir lo que ella enseña (San Juan 7:17). No lo que usted piensa, o lo que otro piensa, o lo que alguna iglesia enseña.
6. LA BIBLIA PUEDE CAMBIAR SU VIDA
"La exposición de tus palabras (de Dios) alumbra; hace entender a los simples". - Salmos 119:130. Nada fortalece el entendimiento como el estudio de la Biblia. Si usted estudia profundamente la Biblia y asimila sus enseñanzas en su vida, le dará fuerzas para vencer los hábitos destructivos y lo capacitará para desarrollar al máximo su personalidad, tanto en el aspecto físico, como mental, moral y espiritual. La Biblia habla al corazón. Trata las experiencias de la humanidad: nacimiento, amor, matrimonio, paternidad y muerte. Las Escrituras sanan la herida más profunda de la naturaleza humana: la caída en el pecado y la miseria que produjo. Aunque fue escrita en el Oriente, también habla a los hombres y mujeres de Occidente. Entra tanto en la choza del humilde como en la mansión del rico. A los niños les encantan sus emocionantes historias. Sus héroes inspiran a los jóvenes. Los padres hallan en ella la sabiduría para criar a sus hijos. Los enfermos, los solitarios y los ancianos descubren en sus páginas seguridad y esperanza para una vida mejor.
La Biblia es poderosa porque Dios habla a través de ella. La Biblia quebranta los corazones más endurecidos, los suaviza y llena de amor. La Biblia transforma a un bandido en un celoso predicador, o a un mentiroso y estafador en un maestro honesto.. Hemos visto también cómo el poder de Dios contenido en este Libro ha salvado a personas que estaban al borde del suicidio, dándoles un nuevo comienzo lleno de esperanza. La Biblia despierta amor entre enemigos. Hace humilde al orgulloso y generoso al egoísta. Fortalece nuestras debilidades, nos alegra en el abatimiento, nos reconforta en el dolor, nos orienta en la incertidumbre, nos alivia cuando estamos cansados. Muestra a hombres y mujeres cómo vivir con ánimo y morir sin temor. ¡La Biblia, el Libro de Dios, puede cambiar su vida! Lo podrá comprobar a medida que estudie estas Guías de la Serie DESCUBRA.
¿Por qué la Biblia fue escrita para nosotros?
Jesús responde: "Las Escrituras... dan testimonio de mí". -- S. Juan 5:39. "Pero éstas (las verdades de la Biblia) se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre". -- S. Juan 20:31. La razón mayor por la cual debemos familiarizarnos con las Sagradas Escrituras es porque están llenas de escenas que revelan a Jesús y nos aseguran la vida eterna. Al mirar a Cristo a través de la Biblia somos transformados y llegamos a ser como él (2 Corintios 3:18).
Descubra el poder de la Palabra de Dios que puede hacer su vida más parecida a la de Jesús.
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