Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades. Si pierden su conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. OE17
domingo, 6 de junio de 2010
27. “No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas.”
¿Cómo te va? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Prov. 7:25. “No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas.”
Los años que viví en la selva cumpliendo parte de mi ministerio, me enseñaron la importancia de no desviarme del camino. Muchas veces escogí caminos equivocados queriendo acortar distancias y siempre me salió mal. En la selva eso puede ser fatal.
La vida está llena de caminos. Seductores, mentirosos, falsos y engañadores. La insensatez aparece presentada en el libro de Proverbios como una mujer bonita que pretende llevarte al ansiado valle de la felicidad. El cebo que usa es el placer. No hay nada malo en el placer porque está relacionado con los sentidos y éstos fueron establecidos por el Creador. La felicidad incluye placer, pero el placer no siempre incluye la felicidad. La búsqueda del placer por el placer, es locura. El fin es perdición y muerte. La realidad, en verdad, es que vivimos en un mundo en que las personas confunden felicidad con placer.
El versículo de hoy contiene la advertencia divina sobre el peligro de desviarse. "No yerres en sus veredas", es decir, no andes perdido en sus caminos, refiriéndose a los caminos seductores de la necedad. No sé si tú estuviste perdido alguna vez. Un sentimiento de soledad y miedo se apodera del corazón. A medida que el tiempo pasa y el miedo aumenta, parece que tú quedas anestesiado. Ya nada importa. Caminas sin cuidado, no mides las consecuencias, y te acercas temerariamente al peligro.
Esta es la figura que el sabio describe en el versículo de hoy. Cada vez que el ser humano se desvía voluntariamente de los caminos de Dios, va cayendo imperceptiblemente en el terreno del cinismo. La conciencia ya no le duele más. La persona queda insensible y avanza en la senda de su autodestrucción. Vive con sabiduría. Revive tus sueños, lucha por las personas que amas, por los valores y principios que vienen del Señor, y camina victorioso en la conquista de tus ideales.
No salgas hoy para cumplir tu agenda sin tener la seguridad de que estás andando en los caminos de Dios. Aprende a desconfiar de tus "instintos" y a ser más obediente a los consejos divinos. "No se aparte tu corazón a sus caminos; no yerres en sus veredas".
Alejandro Bullón
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