domingo, 13 de diciembre de 2009

SECCIÓN VII. LA ADOLESCENCIA Y LA JUVENTUD


31. Problemas de los jóvenes
Los jóvenes son receptivos y tienen esperanzas.
El Señor pide que jóvenes y señoritas entren en su servicio. Los jóvenes son receptivos, fuertes, ardientes y esperanzados. Una vez que hayan gustado la bendición del sacrificio propio, no estarán satisfechas a menos que estén aprendiendo constantemente del gran Maestro. El Señor abrirá caminos ante los que quieran responder a su llamado. 
Ec 457 (1900).

Los jóvenes deben elegir el destino de su vida.
Cada joven determina la historia de su vida por los pensamientos y sentimientos acariciados en sus primeros años. Los hábitos correctos, virtuosos y viriles, formados en la juventud, se convertirán en parte del carácter y, por regla general, señalarán el curso del individuo por toda la vida. Los jóvenes pueden convertirse en depravados o virtuosos a elección propia. Tanto pueden llegar a distinguirse por hechos dignos y nobles como por grandes crímenes y maldad. 
ST, 11 de oct. de 1910; CN 181.

La enseñanza que produce debilidad mental y moral.
En el caso de que no se les enseñe a los jóvenes a pensar 288 debidamente y actuar por su cuenta, en la medida en que lo permita su capacidad e inclinación mental, a fin de que por este medio pueda desarrollarse su pensamiento, su sentido de respeto propio, y su confianza en su propia capacidad de obrar, el adiestramiento severo producirá siempre una clase de seres débiles en fuerza mental y moral. Y cuando se hallen en el mundo para actuar por su cuenta, revelarán el hecho de que fueron adiestrados como los animales, y no educados. Su voluntad, en vez de ser guiada, fue forzada a someterse por la dura disciplina de padres y maestros. -1JT 316 (1872).

Debe educarse la mente para que gobierne la vida.
Los niños tienen una voluntad inteligente, que debe ser dirigida para que controle todas sus facultades. Los animales necesitan ser adiestrados, porque no tienen razón de intelecto. Pero a la mente humana se le debe enseñar el dominio propio. Debe educársela para que rija al ser humano, mientras que los animales son controlados por un amo, y se les enseña a someterse a él. El amo es mente, juicio y voluntad para la bestia. Un niño puede educarse de tal manera que no tenga voluntad propia, como el animal. Aun su individualidad puede fundirse con la de aquel que dirige su adiestramiento; para todos los fines y propósitos, su voluntad está sometida a la voluntad del maestro.
Los niños así educados serán siempre deficientes en energía moral y responsabilidad individual. No se les ha enseñado a obrar y por la razón y los buenos principios; sus voluntades han sido controladas por otros y su mente no ha sido despertada para que se expanda y fortalezca por el ejercicio. Sus temperamentos peculiares y capacidades mentales, no han sido dirigidos ni disciplinados para ejercer facultades más poderosas cuando lo necesiten. Los maestros no deben detenerse allí, sino que deben dar atención especial al cultivo de las facultades más débiles, a fin de que se cumplan todos los deberes, y se las desarrolle de un grado 289 de fuerza a otro a fin de que la mente alcance las debidas proporciones. -1JT 315 (1872).

Muchos son incapaces de pensar por sí mismos.
En muchas familias, los niños parecen bien educados, mientras están bajo la disciplina y el adiestramiento, pero cuando el sistema que los sujetó a reglas fijas se quebranta, parecen incapaces de pensar, actuar y decidir por su cuenta. Estos niño han estado durante tanto tiempo bajo una regla férrea sin que se les permitiera pensar o actuar por su cuenta en lo que les correspondía, que no tienen confianza en sí mismos para obrar de acuerdo con su propio juicio u opinión.
Y cuando se apartan de sus padres para actuar por su cuenta, el juicio ajeno los conduce en dirección equivocada. No tienen estabilidad de carácter. No se les ha hecho depender de su propio juicio a medida que era posible, y por lo tanto su mente no se ha desarrollado ni fortalecido debidamente. Han estado durante tanto tiempo absolutamente controlados por sus padres, que fían completamente en ellos; sus padres son para ellos mente y juicio. -1JT 315, 316 (1872).

Los resultados del control mediante la fuerza o el temor.
Aquellos padres y maestros que se jactan de ejercer el dominio completo de la mente y la voluntad de los niños que están bajo su cuidado, dejarían de jactarse si pudiesen ver la vida futura de los niños así dominados por la fuerza o el temor. Carecen casi completamente de preparación para compartir las severas responsabilidades de la vida. Cuando estos jóvenes ya no estén bajo el cuidado de sus padres y maestros, y estén obligados a pensar y actuar por su cuenta, es casi seguro que seguirán una conducta errónea y cederán al poder de la tentación. No tienen éxito en esta vida; y se advierten las mismas deficiencias en su vida religiosa. -1JT 316, 317 (1872).

La disciplina que estimula y fortalece.
Después de la disciplina 290 del hogar y la escuela, todos tienen que hacer frente a la severa disciplina de la vida. La forma de hacerlo sabiamente constituye una lección que debería explicarse a todo niño y joven. Es cierto que Dios nos ama, que obra para nuestra felicidad y que si siempre se hubiese obedecido su ley nunca habríamos conocido el sufrimiento; y no menos cierto es que, en este mundo, toda vida tiene que sobrellevar sufrimientos, penas y preocupaciones como resultado del pecado. Podemos hacer a los niños y jóvenes un bien duradero si les enseñamos a afrontar valerosamente esas penas y preocupaciones. Aunque les debemos manifestar simpatía, jamás debería ser de tal suerte que los induzca a compadecerse de sí mismos. Por el contrario, necesitan algo que estimule y fortalezca, y no que debilite. 
Ed 295 (1903).

La reacción a las reglas rigurosas.
No introduzca ni una sola partícula de aspereza en su disciplina. No establezca prohibiciones rígidas para los jóvenes. Son estas reglas y prohibiciones rigurosas las que a veces los llevan a sentir que deben hacer las cosas que precisamente se les indica que no deben hacer y las harán. Cuando advierta o reprenda a los jóvenes, hágalo como quien tiene un interés especial en ellos. Que ellos vean que usted tiene un deseo ferviente de que logren un buen registro en los libros del cielo. -MM 180 (1902).

Es difícil para los jóvenes llevar cargas.
Los jóvenes pueden ejercer una poderosa influencia si renuncian a su orgullo y egoísmo y se dedican a Dios; pero en general no quieren llevar cargas por otros. Ellos mismos deben ser llevados por otros. Ha llegado el tiempo en que Dios demanda un cambio en este aspecto. El llama a jóvenes y adultos a ser celosos y a arrepentirse. Si continúan en el estado de tibieza, los vomitará de su boca. Dice el Testigo fiel: "Yo conozco tus obras". Joven, señorita, tus obras son conocidas, sean buenas o malas. ¿Eres rico en buenas obran? Jesús 291 se acerca a ti como un consejero: "Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas" (Apoc. 3: 18).-1T 485 (1867).

Los pensamientos llegan a ser hábitos.
Debemos sentir siempre el poder ennoblecedor 
de los pensamientos puros.
La única seguridad para el alma consiste en pensar bien, pues acerca del hombre se nos dice: "Cual es su pensamiento en su alma, tal es él" (Proverbios 23: 7). El poder del dominio propio se acrecienta con el ejercicio. Lo que al principio perece difícil, se vuelve fácil con la práctica, hasta que los buenos pensamientos y acciones llegan a ser habituales. Si queremos podemos apartarnos de todo lo vulgar y degradante y elevarnos hasta un alto nivel, donde gozaremos del respeto de los hombres y del amor de Dios. -MC 392 (1905).

Ejemplos tristes de la historia.
El carácter de Napoleón Bonaparte recibió una gran influencia por su educación infantil. Algunos instructores desacertados inspiraron en él el amor a la conquista formando ejércitos simulados de los cuales él era el comandante. Así se estableció el fundamento de su carrera de lucha y efusión de sangre. Si el mismo cuidado y esfuerzo se hubieran empleado para hacer de él un buen hombre, infundiendo en su joven corazón el espíritu del Evangelio, cuán ampliamente diferente habría sido su historia.
Se dice que el escéptico Hume fue un concienzudo creyente de la Palabra de Dios en sus primeros años. Pertenecía a una sociedad de debates, y allí se lo nombró para que presentara argumentos a favor de la incredulidad. Estudió con fervor y perseverancia, y su aguda y activa mente quedó impregnada con la sofistería del escepticismo. Antes de mucho, llegó al punto de creer sus enseñanzas engañosas, y292ytyy toda su vida posterior llevó el oscuro sello de la incredulidad. 
ST, 11 de oct. de 1910; CN 180, 181.

La influencia de la lectura.*
Muchos jóvenes anhelan tener libros. Leen cualquier cosa que pueden obtener. Apelo a los padres de los tales niños para que controlen su deseo de lectura. No permitan que sobre sus mesas haya revistas y diarios que contentan historias de amor. Deben reemplazarlas con libros que ayuden a los jóvenes a incluir en el edificio de su carácter el mejor material: el amor y el temor de Dios, el conocimiento de Cristo. Estimulad a vuestros hijos a almacenar valiosos conocimientos en la mente, a que lo bueno ocupe su alma, controle sus facultades, no dejando lugar para pensamientos bajos y degradantes. Reprimid el deseo de leer cosas que no proporcionan buen alimento a la mente. El dinero gastado en revistas de cuentos puede parecer poco, pero es demasiado para lo que ofrece tantas cosas que extravían y da tan poco bien en recompensa. Los que están en el servicio de Dios no deben gastar tiempo ni dinero en lecturas sin provecho. -CM 126 (ed PP); 102, 103 (ed ACES) (1913).

La mente se iguala a las cosas que contempla.
El entendimiento se iguala a las cosas con las cuales se familiariza. Si todos hicieran de la Biblia* su estudio, veríamos a las personas más desarrollados, capaces de pensar con mayor profundidad, y que mostrarían un mayor grado de inteligencia que la que les podría proporcionar meramente el estudio más esforzado de las ciencias y las historias del mundo. La Biblia da al investigador sincero una disciplina mental avanzada, y sale de la contemplación de las cosas divinas con sus facultades enriquecidas; el yo es humillado, mientras Dios y su verdad revelada son exaltados.- RH, 21 de agosto de 1888; FE 130. 293

El valor de la experiencia religiosa personal.
Dios debería ser el objeto más elevado de nuestros pensamientos. Meditar en El y conversar con El eleva el alma y aviva los afectos. El descuido de la meditación y la oración resultará seguramente en la declinación de los intereses religiosos. Entonces se verán el descuido y la pereza.
La religión no es meramente una emoción, un sentimiento. Es un principio que está entretejido con todos los deberes y actividades de la vida diaria. No se considerará nada ni se emprenderá cosa alguna que impida que este principio nos acompañe. Para retener la religión pura y sin mancha, es necesario ser obreros que perseveren en sus esfuerzos.
Tenemos que hacer algo por nosotros mismos. Ningún otro puede hacer nuestro trabajo. Nadie sino nosotros mismos puede obrar su salvación con temor y temblor. Este es precisamente el trabajo que el Señor nos ha dejado para hacer. -2T 505, 506 (1870).

Los jóvenes necesitan la disciplina del trabajo.
Y ahora, como en los tiempos de Israel, cada joven debe recibir instrucción sobre los deberes de la vida práctica. Cada uno debe adquirir el conocimiento de algún ramo del trabajo manual, por el cual, en caso de necesidad, podrá ganarse la vida. Esto es indispensable, no sólo como protección contra las vicisitudes de la vida, sino también a causa de la influencia que ejercerá en el desarrollo físico, mental y moral. Aunque hubiese seguridad de que uno no habría de depender del trabajo manual para mantenerse, debiera sin embargo aprender a trabajar. Sin ejercicio físico nadie puede tener una constitución sana ni una salud vigorosa, y la disciplina del trabajo bien regulado no es menos esencial para desarrollar una inteligencia fuerte y activa y un carácter noble. 
PP 650, 651 (1890).

El ocio es pecado.
La idea de que la ignorancia de un trabajo útil es una característica esencial de un verdadero caballero 294 o una verdadera dama es contraria al propósito de Dios en la creación del hombre. El ocio es un pecado, y la ignorancia de los deberes comunes de la vida es el resultado de la insensatez, que la vida posterior dará abundantes ocasiones de lamentar. -ST, 29 de junio de 1882; FE 75.

No debe descuidarse la educación en los deberes domésticos.
En la infancia y la juventud, deben combinarse la educación práctica y la literaria. Se debe enseñar a los niños a tomar parte en los deberes domésticos. Debe instruírseles acerca de cómo ayudar a sus padres en las cosas pequeñas que pueden hacer. Su mente debe aprender a pensar, y deben ejercitar su memoria para recordar el trabajo que se les haya asignado; y al adquirir hábitos que los hagan útiles en el hogar, se están educando en los deberes prácticos apropiados a su edad.
Si a los niños se les imparte la debida preparación en el hogar, no se les encontrará en las calles asimilando la educación azarosa que muchos reciben. Los padres que aman a sus hijos de una manera sensata, no les permitirán desarrollarse con hábitos de pereza y en la ignorancia de cómo se realizan los deberes domésticos. 
CM 141 (ed PP); 115 (ed ACES) (1913).

Lo que cada mujer debería saber.
Muchas damas, tenidas por muy educadas, que se graduaron con honores de alguna institución de enseñanza, son vergonzosamente ignorantes de los deberes prácticos de la vida. Están desprovistas de las cualidades necesarias para el manejo adecuado de la familia, esencial para su felicidad. Pueden hablar de la elevada esfera de la mujer y de sus derechos, y sin embargo ellas mismas quedan muy por debajo de la verdadera esfera de la mujer.
Toda hija de Eva tiene el derecho de poseer un completo conocimiento de los deberes domésticos, de recibir educación en cada departamento del trabajo del hogar. Cada señorita debería ser educada de modo tal que, si fuera llamada 295 a ser esposa y madre, pudiera gobernar su dominio como una reina. Debería ser plenamente competente para guiar e instruir a sus hijos. . .
Tiene el derecho y privilegio de comprender el mecanismo del cuerpo humano y los principios de la higiene, los temas de la dieta y del vestido, al trabajo y de la recreación, e innumerables otros temas que conciernen íntimamente al bienestar de su familia. Tiene el derecho de obtener el conocimiento de los mejores métodos para tratar las enfermedades que pueda cuidar de sus niños en la postración, en lugar de dejar a sus preciosos tesoros en las manos de enfermeras y médicos extraños. 
ST, 29 de junio e 1882; FE 75.

Cuando las mujeres dejaron de ejercitar la mente.
Las mujeres que profesan piedad generalmente dejan de adiestrar la mente. La dejan sin control, para que vaya donde ella quiera. Esto es un gran error. Muchas no parecen tener poder mental. No han educado su mente para pensar; y porque no lo han hecho, suponen que no pueden hacerlo. Se necesitan la meditación y la oración para crecer en la gracia.
No hay mayor estabilidad entre las mujeres porque hay muy poco cultivo de la mente, muy poca reflexión. Dejan la mente en un estado de inactividad y se apoyan en otros para la tarea del cerebro, para hacer planes, para pensar y recordar por ellas, y de esa manera se vuelven cada más ineficientes. Algunas necesitan disciplinar la mente por el ejercicio. Deberían obligarse a pensar. Mientras dependen de otros para que piensen por ellas, para que les resuelvan sus dificultades y rehusan cargar su mente con pensamientos, continuará su incapacidad de recordar, de mirar hacia adelante y de discernir. Cada persona debe hacer esfuerzos para educar su mente. -2T 187, 188 (1868).

La forma de vestir de una mujer es un indicador de su mente.
La ropa es un indicador de la mente y del corazón. Lo que se pone exteriormente es un signo de lo que hay interiormente.296 No se requiere capacidad intelectual ni una mente cultivada para vestirse en forma exagerada. El mismo hecho de que la mujer puede poner sobre su cuerpo tal cantidad de artículos de vestir innecesarios muestra que no pueden tener tiempo para cultivar su intelecto y almacenar en su mente conocimientos útiles.- Ms 76, 1900.

La necesidad de pureza de pensamiento y acción.
Os insto sobre la necesidad de la pureza en todo pensamiento, en toda palabra y en toda acción. Tenemos una responsabilidad individual ante Dios, una obra individual que nadie puede hacer por nosotros. Consiste en hacer al mundo mejor por el precepto, el esfuerzo personal y el ejemplo. Aun cuando debemos cultivar la sociabilidad, no lo hagamos meramente por diversión, sino con un propósito. Hay almas que salvar. -RH, 10 de nov. de 1885; Ev 361.

La masturbación rebaja la mente.*
Algunos niños comienzan la práctica de la contaminación propia [masturbación] en su infancia; y al aumentar su edad las pasiones lujuriosas crecen con su crecimiento y se fortalecen con su fuerza. Sus mentes no descansan. Las niñas desean la compañía de los varones, y los varones la de las niñas. Su conducta no es reservada y modesta. Son atrevidos y osados, y se tornan libertades indecentes. El hábito de la masturbación ha rebajado sus mentes y manchado sus almas. Los pensamientos viles, y la lectura de novelas, historias de amor, y libros bajos excitan su imaginación, y satisfacen sus mentes depravadas.
No les gusta el trabajo, y cuándo tienen que hacerlo se quejan de cansancio; les duele la espalda, les duele la cabeza. ¿No hay motivo suficiente para esto? ¿Están cansados por causa del trabajo? ¡No, no! Sin embargo sus padres complacen a estos niños por sus quejas y los liberan del trabajo 297 y la responsabilidad. Esto es lo peor que podrían hacerles. De este modo les quitan casi la única barrera que impide que Satanás tenga libre acceso a sus mentes debilitadas. El trabajo útil en alguna medida sería una salvaguardia contra el decidido control que sobre ellos quiere ejercer Satanás. -2T 481 (1870).

Los jóvenes usarán su energía.
En nuestras iglesias, se necesitan los talentos juveniles, bien organizados y preparados. Los jóvenes harán algo con sus rebosantes energías. A menos que estas energías estén encauzadas debidamente, los jóvenes las emplearán de alguna manera que perjudicará su propia espiritualidad, y resultará para daño de aquellos con quienes se asocien. -OE 223 (1915).

Los jóvenes necesitan actividad.
Por naturaleza los jóvenes desean actividad, y si no encuentran una salida legítima para las energías reprimidas después de estar confinados en el aula, se vuelven inquietos e impacientes por el control, y así son impulsados a ocuparse de deportes rudos e indignos de un hombre que son la desgracia de muchas escuelas y colegios, y aun caen en prácticas de verdadera disipación. Muchos de los jóvenes que eran inocentes cuando salieron de sus hogares fueron corrompidos por aquellos con quienes se asociaron en la escuela. ST, 29 de junio de 1892; FE 72.

Responden a las sugerencias.
Ninguna recreación que sea útil únicamente para ellos dará por resultado una bendición tan grande para los niños y jóvenes como la que los induzca a ser útiles a los demás. Los jóvenes, que por naturaleza son entusiastas e impresionables, responden rápidamente a la insinuación. Al hacer planes para el cultivo de las plantas, el maestro debería esforzarse por despertar interés en el embellecimiento de la propiedad escolar y del aula. El beneficio será doble. Los alumnos, por una parte, no van a destruir ni malograr lo que ellos mismos están tratando 298 de embellecer, y por otra se estimularán el refinamiento del gusto, el amor al orden y el hábito de ser cuidadoso. El espíritu de compañerismo y cooperación que se desarrolla de esta manera será, además, una bendición duradera para los alumnos. -Ed 212, 213 (1903).

Algunas veces no ven a Dios como un Padre amante.
Los jóvenes generalmente se conducen como si las preciosas horas del tiempo de gracia, mientras dura la misericordia, fueran un tiempo de vacaciones grandioso y que fueron puestos en este mundo meramente para divertirse, para complacerse con una actividad excitante tras otra. Satanás ha estado haciendo esfuerzos especiales para conducirlos a encontrar la felicidad en las diversiones mundanas y justificarse a sí mismos tratando de demostrar que estas diversiones son inocentes, inofensivas, y aun importantes para la salud. Algunos médicos han dado la impresión de que la espiritualidad y la devoción a Dios son perjudiciales para la salud. Esto conviene al adversario de las almas. 
1T 501 (1867).

La imaginación enferma desfigura a Dios.
Hay personas con imaginación enferma que no representan correctamente la religión de Cristo; las tales no tienen la religión pura de la Biblia. Algunos se azotan toda la vida por causa de sus pecados; todo lo que pueden ver es a un ofendido Dios de justicia. No ven a Cristo y su poder redentor mediante los méritos de su sangre. Los tales no tienen fe. Esta clase está formada generalmente por los que no tienen mentes bien equilibradas.
Por medio de la enfermedad transmitida por sus padres y de una educación errónea en su juventud, han contraído hábitos equivocados que dañan su constitución física y su cerebro, enfermando sus órganos morales e impidiéndoles pensar y actuar en forma racional en todos los puntos. No tienen mentes bien equilibradas. La piedad y la justicia no destruyen la salud, sino son sanidad para el cuerpo y fuerza para el alma. -1T 501, 502 (1867). 299

Necesidad de moderación.
Obrad siempre movidos por buenos principios, y nunca por impulso. Moderad la impetuosidad natural de vuestro ser con mansedumbre y dulzura. No deis lugar a la liviandad ni a la frivolidad. No broten chistes vulgares de vuestros labios ni siquiera deis rienda suelta a vuestros pensamientos. Deben ser contenidos y sometidos a la obediencia de Cristo. Consagradlos siempre a cosas santas. De este modo, mediante la gracia de Cristo, serán puros y sinceros. -MC 391, 392 (1905).

Mantener el sentimentalismo fuera de la vida.
Usted está ahora en su vida de estudiante; ocupe su mente en temas espirituales. Mantenga todo sentimentalismo fuera de su vida. Dése una vigilante educación propia y ejerza dominio propio. Usted está ahora en la etapa formativa de su carácter y no debe considerar nada como trivial o sin importancia si disminuye sus intereses más elevados y santos, su eficiencia en la preparación para hacer la obra que Dios le ha asignado.
Conserve siempre la sencillez en sus actos pero establezca una norma alta para la armoniosa manifestación y el mejoramiento de sus facultades mentales. Decídase a corregir cada falta. Las tendencias hereditarias pueden ser vencidas y los arranques rápidos y violentos de su genio pueden ser tan cambiados que esas manifestaciones, por la gracia de Cristo, serán totalmente superadas. Individualmente hemos de considerar que estamos en el taller de Dios.-Carta 23, 1893.

Afrontar la necesidad de consejo.
No se debe dejar a los jóvenes que piensen y actúen independientemente del juicio de sus padres y maestros. Debe enseñárseles a los niños a respetar el juicio experimentado y a ser guiados por sus padres y maestros. Se les debe educar de tal manera que sus mentes están unidas con las de sus padres y maestros, y se los ha de instruir para que comprendan lo conveniente que es escuchar sus consejos. Entonces, cuando se aparten 300 de la mano guiadora de sus padres y maestros, su carácter no será como el junco que tiembla al viento. -1JT 316 (1872).

Se espera el mayor desarrollo posible.
El Señor desea que obtengamos toda la educación posible, con el objeto de impartir nuestro conocimiento a otros. Nadie puede saber dónde o cómo ha de ser llamado a trabajar o hablar en favor de Dios. Sólo nuestro Padre celestial ve lo que puede hacer de los hombres. Hay ante nosotros posibilidades que nuestra débil fe no discierne. Nuestra mente debiera ser enseñada en forma tal que, si fuere necesario, podamos presentar las verdades de la Palabra de Dios ante las más altas autoridades terrenales y de un modo que glorifique su nombre. No deberíamos descuidar ni una sola oportunidad de prepararnos intelectualmente para trabajar por Dios.
 PVGM 268, 269 (ed PP); 233 (ed ACES) (1900).

La mente siempre activa.
La mente nunca cesará de estar activa. Está expuesta a influencias buenas o malas. Como el rostro humano queda estampado, por el rayo del sol, sobre la placa pulida del artista, así quedan grabados los pensamientos y las impresiones en la mente del niño, y son casi imborrables, sean estas impresiones terrenales, o morales y religiosas. La mente es más susceptible cuando la razón está despertando; de modo que las primeras lecciones son de gran importancia. Estas tienen una influencia poderosa en la formación del carácter. Si son de la índole debida, y si, a medida que el niño progresa en años se le continúan impartiendo con paciente perseverancia, el destino terrenal quedará amoldado para el bien. Esta es la palabra del Señor: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él" 
(Proverbios 22: 6).
CM 134, 135 (ed PP); 110 (ed ACES) (cl897).

La juventud es el tiempo de oportunidad.
Los corazones de los jóvenes son ahora como cera impresionable, y usted puede conducirlos a admirar el carácter cristiano; pero en 301 unos pocos años la cera puede llegar a ser como el granito. -RH, 21 de febrero de 1878; FE 51.
Es en la juventud cuando los afectos son más ardientes, la memoria más receptiva y el corazón más susceptible a las impresiones divinas; y es durante la juventud cuando las facultades mentales y físicas debieran ser dedicadas a la tarea a fin de que puedan hacerse grandes progresos teniendo en cuenta a la vez el mundo actual y el venidero. 
YI, 25 de oct. de 1894; HHD 80. 302

32. Apasionamiento y amor ciego*
En el noviazgo se necesita el sentido común.
Los jóvenes confían demasiado en los impulsos. No deberían entregarse demasiado presto ni dejarse cautivar tan pronto por el exterior atrayente del objeto de su afecto. El noviazgo tal cual se realiza en esta época es una farsa e hipocresía con la cual el enemigo de las almas tiene más que ver que el Señor. Si en algo se necesita el buen sentido es en esto, pero el hecho es que éste tiene poco que ver en el asunto. -RH, 26 de enero de 1886; MJ 447, 448.

Desarrollar los rasgos más nobles.
Las ideas sobre el noviazgo tienen su fundamento en conceptos erróneos con respecto al matrimonio. Siguen el impulso y la pasión ciega. El noviazgo es conducido con un espíritu de flirteo. Las parejas con frecuencia violan las reglas de la modestia y la reserva y son culpables de indiscreción, si es que no quebrantan la ley de Dios. No perciben el supremo, elevado y noble propósito de Dios al instituir el matrimonio; por lo tanto los afectos más puros del corazón, los rasgos más nobles del carácter no se desarrollan. -MM 141 (1885). 303

El afecto puro es más celestial que terrenal.
No debería pronunciarse ni una sola palabra, ni realizarse un solo acto que ustedes no quisieran que los santos ángeles contemplaran y registraran en los libros celestiales. Deberían estar atentos sólo a la gloria de Dios. El corazón debería tener sólo un afecto puro y aprobado, digno de los seguidores de Jesucristo, de naturaleza elevada y más celestial que terrenal. Cualquier otra cosa en el noviazgo es degradante; y el matrimonio no puede ser santo y honorable a la vista de un Dios puro y santo a menos que siga los elevados principios de las Escrituras. -MM 141 (1885).

El peligro de las altas horas de la noche.
El hábito de estar levantados hasta altas horas de la noche es habitual; pero no agrada a Dios, aunque ambos sean cristianos. Estas horas inoportunas perjudican la salud, incapacitan la mente para las tareas del día siguiente, y ofrecen la apariencia del mal. Hermano mío, espero que usted tenga suficiente respeto propio como para evitar esta forma de noviazgo. Si está atento sólo a glorificar a Dios, avanzará con cuidadosa precaución. Usted no permitirá que un sentimentalismo enfermizo le ciegue su visión de modo que no pueda percibir las elevadas demandas que Dios tiene sobre usted como cristiano. -3T 44, 45 (1872).

El apasionamiento es una base muy pobre para el matrimonio.
En esta era de depravación, esas horas de disipación nocturna llevan con frecuencia a ambas partes a la ruina. Satanás se regocija y Dios queda deshonrado cuando hombres y mujeres se deshonran a sí mismos. Sacrifican su buen nombre y honor bajo el ensalmo de la infatuación, y el casamiento de tales personas no puede solemnizarse bajo la aprobación divina. Se casaron porque la pasión los impulsó, y pasada la novedad del caso, empezarán a comprender lo que hicieron.- RH, 25 de sept. de 1888; HAd 47. 304

El amor falsificado es incontrolable.
El amor que no tiene mejor fundamento que la simple satisfacción sensual será obstinado, ciego e ingobernable. El honor, la verdad y toda facultad noble y elevada del espíritu caen bajo la esclavitud de las pasiones. Con demasiada frecuencia el hombre atado por las cadenas de esa infatuación resulta sordo a la voz de la razón y de la conciencia; ni los argumentos ni las súplicas le inducirán a ver la insensatez de su conducta. -ST, 1º de julio de 1903; HAd 42.

El amor no santificado descarría.
El afecto humano no santificado siempre descarría, porque conduce hacia otros senderos que los que Dios ha señalado. -Carta 34, 1891.
La repetición del pecado debilita el poder de resistir.
El que cedió una vez a la tentación cederá con más facilidad la segunda vez. Toda repetición del pecado aminora la fuerza para resistir, ciega los ojos y ahoga la convicción. Toda simiente de complacencia propia que se siembre dará fruto. Dios no obra milagros para impedir la cosecha.
PP 274 (1890).

La pasión destruye todo.
Siempre deberían recordarse las palabras de Cristo: "Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían" (Luc. 17: 26, 27). El apetito domina la mente y la conciencia en esta época. Prevalecen la glotonería, la ebriedad, la ingestión de licores, y el uso del tabaco, pero los seguidores de Cristo serán temperantes en el comer y en el beber. No complacerán el apetito a expensas de la salud y del crecimiento espiritual.
"Se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos" (vers. 27). Ahora vemos las mismas manifestaciones con respecto al matrimonio. Los jóvenes, y aun los hombres y las mujeres que deberían ser sabios y juiciosos actúan como si estuvieran hechizados en este asunto. Un poder 305 satánico parece haber tomado posesión de ellos. Se constituyen los matrimonios más imprudentes. No se consulta a Dios. Los sentimientos humanos, los deseos y pasiones derriban todo lo que está delante de ellos, hasta que el molde está puesto. El resultado de este estado de cosas es una miseria indescriptible, y se deshonra a Dios. Los votos matrimoniales cubren toda clase de abominaciones lujuriosas. ¿No habrá un cambio decidido en lo referente a este asunto? -Carta 74, 1896.

El amor ciego afecta todas las facultades.
Cada facultad de los que llegan a estar afectados por esta enfermedad contagiosa -el amor ciego- queda sometida a ella. Parecen privados del sentido común y sus actos son repugnantes para todos los que los contemplan. Hermano mío, usted ha provocado que se hable de usted y se ha rebajado en la estima de aquellos cuya aprobación debería apreciar.
Para muchos la crisis de esta enfermedad resulta en un matrimonio inmaduro, y cuando ha pasado la novedad y el poder hechizador del enamoramiento ha terminado, uno o ambos despiertan a su verdadera situación. Entonces descubren que no son el uno para el otro, pero ya están unidos para toda la vida.
Ligados el uno al otro por los votos más solemnes, contemplan con corazones deprimidos la vida miserable que deben arrostrar. Deberían entonces sacar el mejor partido de su situación; pero muchos no lo harán. Como resultado, serán infieles a sus votos matrimoniales, o harán que el yugo que se impusieron a sí mismos sea tan amargo que no pocos, cobardemente, pondrán fin a su existencia. -5T 110, 111 (1882).

Amor adolescente.
Satanás controla las mentes de los jóvenes en general. A sus hijas no se les enseñó la abnegación y el dominio propio. Han sido mimadas, y se ha fortalecido su orgullo. Se les ha permitido salirse con la suya hasta que se han vuelto tercas y obstinadas, y usted no sabe 306 qué hacer para salvarlas de la ruina. Satanás las está conduciendo para llegar a ser un proverbio en la boca de los incrédulos por causa de su osadía, su falta de reserva y de modestia femeninas.
A los jovencitos también se les permite hacer su voluntad. Apenas han entrado a la adolescencia cuando se ponen junto a las niñas de su misma edad, las acompañan a sus casas y les hacen el amor. Y los padres están tan completamente atados por su propia complacencia y su equivocado amor por sus hijos que no se atreven a tomar la decisión de cambiar las cosas y frenar a sus hijos demasiado apresurados en esta época veloz. -2T 460 (1870).

Noviazgos clandestinos.
Los jóvenes deben aprender muchas lecciones, y la más importante de ellas es aprender a conocerse a sí mismos. Deberían tener ideas correctas de sus obligaciones y deberes para con sus padres y estar continuamente aprendiendo a ser mansos y humildes de corazón en la escuela de Cristo. Aunque han de honrar y amar a sus padres, también deben respetar el juicio de los hombres de experiencia con quienes se relacionan en la iglesia.
Un joven que goza de la sociedad y gana la amistad de una señorita, sin que lo sepan los padres de ella, no actúa en forma noble y cristiana hacia ella o sus padres. Mediante comunicaciones y encuentros secretos puede obtener influencia sobre la mente de ella, pero al hacerlo deja de manifestar esa nobleza e integridad que cada hijo de Dios debe poseer. A fin de cumplir sus propósitos, actúan en forma que no es franca y abierta ni de acuerdo con las normas bíblicas, y se demuestran desleales a los que los aman y tratan de ser sus fieles protectores. Los casamientos realizados en estas circunstancias no están en armonía con la Palabra de Dios. El [joven] que quiere apartar a una hija del sendero del deber, que confunde las ideas de ella con respecto al claro y positivo mandato de Dios de obedecer y honrar a sus padres, no será fiel a sus obligaciones matrimoniales. -RH, 26 de enero de 1886; FE 101, 102. 307

No jugar con los corazones.
Jugar con los corazones es un crimen no pequeño a la vista de un Dios santo. Y sin embargo hay quienes manifiestan preferencia por ciertas jóvenes y conquistan sus afectos, luego siguen su camino y se olvidan por completo de las palabras que pronunciaron y de sus efectos. Otro semblante los atrae, repiten las mismas palabras y dedican a otra persona las mismas atenciones. RH, 4 de nov. de 1884; HAd 48.

Hablan de los temas que pasan por su mente.
Muchas señoritas conversan acerca de los muchachos; y los muchachos de las niñas. "De la abundancia del corazón habla la boca" (Mat. 12: 34). Hablan de los temas en los cuales sus mentes piensan mayormente. El ángel registrador anota las palabras de estos jóvenes y señoritas cristianos profesos. ¡Cuán confundidos y avergonzados estarán cuando las tengan que enfrentar en el día de Dios! Muchos hijos son hipócritas piadosos. Los jóvenes que no han profesado la religión tropezarán con estos hipócritas y se endurecerán contra los esfuerzos que hagan los que se interesan por su salvación. -2T 460 (1870).

Por qué los jóvenes prefieren la compañía de los jóvenes.
Cuando los jóvenes sienten más libertad al estar ausentes los mayores, es porque están con los de su clase. Cada uno piensa que es tan bueno como el otro. Todos quedan por debajo de lo que debieran ser, pero se miden por sí mismos, se comparan entre sí y descuidan la única norma perfecta y verdadera. Jesús es el verdadero Modelo. Su vida de abnegación es nuestro ejemplo. 1JT 47 (1857).

Consejo a una señorita para que cuide sus afectos.
Usted es demasiado liberal con sus afectos y, si pudiera hacer su voluntad, cometería un error para toda la vida. No se venda a bajo precio. No se sienta libre con cualquier joven estudiante. Considere que usted se está preparando para trabajar para el Maestro, que para poder actuar bien su parte, 308 y devolver los talentos a quien se los entregó, y escuchar la preciosa felicitación de sus labios: "Bien, buen siervo y fiel" (Mat. 25: 23), usted debe prestar atención y no ser descuidada con quienes se asocia.
A fin de hacer bien su parte en el servicio de Dios debe salir con las ventajas de una educación intelectual tan completa como sea posible. Usted necesita un desarrollo vigoroso y simétrico de sus capacidades mentales, el desarrollo de una cultura cristiana, agradable y polifacética, para ser una leal servidora de Dios. Necesita que su gusto y su imaginación sean depurados y refinados, y todas sus aspiraciones purificadas por el dominio propio habitual. Usted necesita actuar con motivaciones elevadas y superiores. Reúna toda la eficiencia que pueda, aprovechando sus oportunidades al máximo para obtener una educación y preparación del carácter que le permitan ocupar cualquier cargo que el Señor le asigne. Usted necesita el contrapeso de un consejo sabio. No desprecie los consejos. -Carta 23, 1893.

Disciplínese a sí misma.
Usted se inclinará a aceptar las atenciones de quienes son inferiores a usted en todo. Usted debe llegar a ser más sabia mediante la gracia de Cristo. Usted debe considerar cada paso a la luz [del hecho] de que usted no es propiedad suya; fue comprada por precio. Sea el Señor su consejero. No haga nada que perjudique o disminuya su eficiencia. Trate fielmente consigo misma; con persistente esfuerzo disciplínese a sí misma. La gracia de Jesucristo le ayudará a cada paso si está dispuesta a ser enseñada y ser considerada.
Le escribo esto ahora, y le escribiré de nuevo dentro de poco, porque como el error de su vida pasada me fue presentado, no me atrevo a retener mis súplicas más fervorosas a fin de que se someta a la disciplina más estricta. . .
No se deje arrastrar a ningún sendero falso y no muestre preferencias por la asociación con los jóvenes, porque no sólo dañará su propia reputación y sus posibilidades futuras, sino despertará esperanzas y expectativas en las mentes 309 de aquellos por quienes muestra preferencia, y ellos llegarán a ser hechizados con un sentimentalismo enfermizo y arruinarán su vida estudiantil. Usted y ellos están en el colegio con el propósito de obtener una educación que los capacite en el intelecto y el carácter para una mayor utilidad en esta vida y para la futura vida inmortal. No cometa el error de recibir atenciones de cualquier joven o de darle esperanzas. El Señor ha decidido que tiene una obra para que usted haga. Permita que su motivación sea responder a la mente y a la voluntad de Dios, y no seguir sus propias inclinaciones y ligarse en su destino futuro con cuerdas que sean como bandas de acero. -Carta 23, 1893.

Lazos equivocados pueden debilitar los poderes de la mente (consejo a una niña de dieciocho años).
Usted no tiene el derecho de poner sus afectos en ningún joven sin el consentimiento pleno de su padre y de su madre. Usted es sólo una niña, y el que usted muestre una preferencia por algún joven sin el conocimiento y la aprobación plenos de sus padres es para ellos una deshonra. Los lazos que la unen con este joven le quitan a usted la paz mental y el sueño saludable. Está llenando su mente con locas fantasías y sentimentalismo. La está demorando en sus estudios y está dañando seriamente sus poderes mentales y físicos. Si alguien se le opone, se vuelve irritable y sin ánimo. -Carta 9, 1904.

Los reglamentos del colegio.
Las reglas de este colegio [del norte de California] custodian estrictamente la asociación de jóvenes y señoritas durante el período lectivo. Sólo cuando estas reglas se suspenden temporariamente, como a veces ocurre, se les permite a los caballeros acompañar a las damas a las reuniones públicas y al regresar de ellas.
Nuestro propio colegio en Battle Creek tiene reglas similares aunque no tan severas. Tales reglas son indispensables para proteger a los jóvenes de los peligros de un galanteo prematuro y un matrimonio imprudente. Los padres envían a los jóvenes al colegio para obtener una educación, 310 no para coquetear con el sexo opuesto. El bien de la sociedad como también los más elevados intereses de los alumnos, requiere que no intenten seleccionar un compañero para la vida mientras su propio carácter no está desarrollado, su juicio es inmaduro, y mientras al mismo tiempo están privados del cuidado y la conducción de sus padres. 
ST, 2 de marzo de 1882; FE 62.

La edad, las condiciones y la disposición mental.
En todo trato con los estudiantes, debemos tener en cuenta la edad y el carácter. No podemos tratar exactamente igual a los jóvenes y a los viejos. En ciertas circunstancias, hombres y mujeres de sana experiencia y buena conducta pueden recibir algunos privilegios que no se darían a los estudiantes más jóvenes. La edad, las condiciones y la disposición mental deben tomarse en cuenta. Debemos ser sabiamente considerados en todo lo que hacemos. Pero no debemos disminuir nuestra firmeza y vigilancia al tratar con los estudiantes de todas las edades, ni nuestra severidad al prohibir el trato sin provecho e imprudente de los alumnos jóvenes y poco maduros.
CM 97, 98, (ed PP); 80 (ed ACES) (1913).

Los peligros del apasionamiento.
Algunos de los que asisten al colegio no aprovechan debidamente su tiempo. Llenos de la vitalidad de la juventud, desprecian las restricciones que se les imponen. Especialmente se rebelan contra las reglas que no permiten que los varones den atenciones a las señoritas. Demasiado bien se conocen los males de tal conducta en esta época degenerada.
En un colegio donde se asocian tantos jóvenes, imitar las costumbres del mundo a este respecto sería dirigir los pensamientos por un canal que les estorbaría en la búsqueda de los conocimientos y en su interés por las cosas religiosas. El apasionamiento tanto de los jóvenes como de las señoritas al poner así sus afectos el uno sobre el otro durante sus días escolares muestra una falta de buen juicio. Como en su propio caso, el impulso ciego controla la razón 311 y el juicio. Bajo este fascinador engaño se ponen a un lado las trascendentes responsabilidades que siente cada cristiano, la espiritualidad muere, y el juicio y la eternidad pierden su majestuoso significado. -5T 110 (1882).

Cuando el amor humano prevalece.
En muchos el amor al humano eclipsa el amor al Divino. Dan el primer paso en el camino de la apostasía al aventurarse a pasar por alto el expreso mandato del Señor; y la apostasía completa es a menudo el resultado. Siempre ha sido peligroso para el hombre cumplir su propia voluntad en oposición a los requerimientos de Dios. No obstante, les resulta duro a los hombres aprender que Dios realmente quiere decir lo que dice. Por lo general, los que eligen como amigos y compañeros a personas que rechazan a Cristo y pisotean la ley de Dios, eventualmente adoptan la misma mentalidad y el mismo espíritu. 
ST, 19 de mayo de 1881; HHD 167.

Casamientos mixtos.
Si usted, hermano mío, es tentado a unir los intereses de su vida con una niña joven e inexperta, que realmente es deficiente en su educación en los deberes diarios, comunes y prácticos de la vida, cometerá un gran error; pero esta deficiencia es pequeña comparada con su ignorancia respecto de sus deberes para con Dios. Ella no ha estado privada de luz; ha tenido privilegios religiosos, y sin embargo no ha sentido su miserable pecaminosidad sin Cristo. Si, en su apasionamiento, puede alejarse repetidamente de la reunión de oración -donde Dios se encuentra con su pueblo- a fin de gozar de la asociación con quien no ama a Dios y no ve atractivo en la vida religiosa, ¿como puede usted esperar que Dios prospere tal unión? -3T 44 (1872).

El casamiento con incrédulos.
Hay en el mundo cristiano una indiferencia asombrosa y alarmante para con las enseñanzas de la Palabra de Dios acerca del casamiento de los cristianos con los incrédulos. Muchos de los que profesan 312 amar y temer a Dios prefieren seguir su propia inclinación antes que aceptar el consejo de la sabiduría infinita. En un asunto que afecta vitalmente la felicidad y el bienestar de ambas partes, para este mundo y el venidero la razón, el juicio y el temor de Dios son puestos a un lado, y se deja que predominen el impulso ciego y la determinación obstinada.
Hombres y mujeres que en otras cosas son sensatos y concienzudos cierran sus oídos a los consejos; son ciegos a las súplicas ruegos de amigos y parientes, y de los siervos de Dios. La expresión de cautela o amonestación es considerada como entremetimiento impertinente, y el amigo que es bastante fiel para hacer una reprensión, es tratado como enemigo. Todo esto está de acuerdo con el deseo de Satanás. El teje su ensalmo en derredor del alma, y ésta queda hechizada, infatuada. La razón deja caer las riendas del dominio propio sobre el cuello de la concupiscencia, la pasión no santificada predomina, hasta que, demasiado tarde, la víctima se despierta para vivir una vida de desdicha y servidumbre. Este no es un cuadro imaginario, sino un relato de hechos ocurridos. Dios no sanciona las uniones que ha prohibido expresamente. -2JT 123 (1885).

La definición de un incrédulo.
Aunque el compañero de su elección fuese digno en todos los demás respectos (y me consta que no lo es), no ha aceptado la verdad para este tiempo; es incrédulo, y el Cielo le prohibe a usted unirse con él. Usted no puede, sin peligro para su alma, despreciar esta recomendación divina. 2JT 121 (1885).

El terreno prohibido de los caprichos no santificados
 (consejo a un ministro).
Se me ha mostrado que usted está en un grave peligro. Satanás anda tras usted, y a veces le ha susurrado fábulas agradables y le ha mostrado cuadros encantadores de alguien que él le presenta como una compañera más apropiada para usted que la esposa de su juventud la madre de sus hijos. 313
Satanás está trabajando sutil e incansablemente para provocar su caída mediante sus engañosas tentaciones. Está decidido a llegar a ser su maestro, y usted necesita ahora ponerse donde pueda obtener fuerzas para resistirlo. El espera conducirlo a los laberintos del espiritismo. El espera desviar los afectos de usted a su esposa y fijarlos sobre otra mujer. El desea que usted permita que su mente considere a esta mujer hasta que por un afecto no santificado ella llegue a ser su dios.
El enemigo de las almas ha ganado mucho cuando puede conducir la imaginación de uno de los centinelas escogidos de Jehová a detenerse a considerar las posibilidades de asociarse, en el mundo venidero, con algunas mujeres a quien ama, y de formar allí una familia. No necesitamos esos cuadros halagadores. Todos ellos se originan en la mente del tentador. . .
Se me ha mostrado que las fábulas espirituales están cautivando a muchos. Sus mentes son sensuales, y a menos que se produzca un cambio, los llevarán a la ruina. A todos los que se complacen en estas fantasías no santificadas les diría: Deténganse; por amor a Cristo, deténganse donde están. Están en terreno prohibido. Arrepiéntanse, les suplico, y conviértanse. -MM 100, 101 (1903).

El amor libre.
He visto el resultado de esas ideas fantásticas [espiritistas y panteístas] con respecto a Dios; son la apostasía, el espiritismo, el amor libre. El amor libre, al que tienden esas enseñanzas, estaba tan bien disimulado que era difícil, al principio, darse cuenta de su verdadero carácter. Hasta que el Señor me hubo presentado el asunto, no sabía cómo llamarlo, pero he recibido la orden de llamarlo amor espiritual impío. 
3JT 270 {1904).

El amor no es sentimentalismo.
El amor y la simpatía que Jesús quisiera que brindáramos a los demás no tiene sabor a sentimentalismo, que es una trampa para el alma; es un amor de origen celestial, que Jesús practicó por precepto 314 y ejemplo. Pero en lugar de manifestar ese amor, nos sentimos separados y enajenados los unos de los otros... El resultado es una separación de Dios, una experiencia malograda, el menoscabo del crecimiento cristiano. -YI, 20 de oct. de 1892; HHD 149.

Se identifica la falsificación.
El apóstol nos amonesta: "El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros" (Rom. 12: 9, 10). Pablo quisiera que distinguiéramos entre el amor puro y abnegado que es motivado por el espíritu de Cristo, y la simulación engañosa y sin sentido que tanto abunda en el mundo.
Esta vil falsificación ha desviado a muchas almas. Borraría la distinción entre el bien y el mal, al concordar con el transgresor en vez de mostrarle fielmente sus errores. Tal conducta nunca surge de una verdadera amistad. El espíritu que lo origina sólo habita en el corazón carnal. Mientras el cristiano siempre será bondadoso, compasivo y perdonador, no puede sentir armonía con el pecado. Aborrecerá el mal y se aferrará a lo que es bueno, aun a costa de romper la asociación o la amistad con los impíos. El espíritu de Cristo nos llevará a odiar el pecado, mientras estaremos dispuestos a realizar cualquier sacrificio para salvar al pecador. -5T 171 (1882).

La elección de un compañero.
Acepte la joven como compañero de la vida tan sólo a un hombre que posea rasgos de carácter puros y viriles, que sea diligente y rebose de aspiraciones, que sea honrado, ame a Dios y le tema. Busque el joven como compañera que esté siempre a su lado a quien sea capaz de asumir su parte de las responsabilidades de la vida, y cuya influencia le ennoblezca, le comunique mayor refinamiento y le haga feliz en su amor. -MC 277 (1905). 315

33. Peligros que afronta la juventud
Los hábitos determinan el destino.
En la niñez y la juventud es cuando el carácter es más impresionable. Entonces es cuando debe adquirirse la facultad del dominio propio. En el hogar y la familia, se ejercen influencias cuyos resultados son tan duraderos como la eternidad. Más que cualquier dote natural, los hábitos formados en los primeros años deciden si un hombre vencerá o será vencido en la batalla de la vida. La juventud es el tiempo de la siembra. Determina el carácter de la cosecha, para esta vida y la venidera. -DTG 75 (1898).

Autodisciplina versus complacencia propia.
El mundo está entregado a la sensualidad. Abundan los errores y las fábulas. se han multiplicado las trampas de Satanás para destruir a las almas. Todos los que quieran alcanzar la santidad en el temor de Dios deben aprender las lecciones de temperancia y dominio propio. Las pasiones y los apetitos deben ser mantenidos sujetos a las facultades superiores de la mente. Esta disciplina propia es esencial para la fuerza mental y la percepción espiritual que nos han de habilitar para comprender y practicar las sagradas verdades de la Palabra 316 de Dios. Por esta razón, la temperancia ocupa un lugar en la obra de prepararnos para la segunda venida de Cristo. 
DTG 76 (1898).

"Portaos varonilmente".
Los jóvenes deberían tener ideas amplias, planes sabios, para sacar el mayor provecho de sus oportunidades e imbuirse de la inspiración y el valor que animaban a los apóstoles. Juan dice: "Os escribo a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno" (1 Juan 2: 14). Se presenta a los jóvenes una norma elevada, y Dios los invita a emprender un verdadero servicio por él. Los jóvenes de corazón recto que se deleitan en aprender en la escuela de Cristo, pueden hacer una gran obra por el Maestro si tan sólo quieren prestar oído a la orden del Capitán, tal como ha resonado a lo largo de las filas hasta nuestro tiempo: "Portaos varonilmente, y esforzaos" (1 Corintios 16: 13).
RH, 16 de junio de 1891, MJ 20, 21.

Peligro de descuidar la educación y la preparación especial.
Los jóvenes que desean entrar en el campo como ministros colportores, deben recibir antes un grado adecuado de preparación mental, como también una preparación especial para su vocación. Los que no son educados, preparados y refinados, no están listos para entrar en el campo donde personas de poderosa influencia por sus talentos y educación combaten contra las verdades de la Palabra de Dios. No pueden tampoco arrostrar con éxito las extrañas formas del error, religiosas y filosóficas combinadas, cuyo desenmascaramiento requiere conocimiento tanto de la verdad científica como de la bíblica. 
EC 476 (1885).

El brillo no es seguridad de éxito.
No es verdad que los jóvenes brillantes siempre tienen el mayor éxito. Muy a menudo los hombres de talento y educación han sido puestos en cargos de confianza y han fracasado. Su brillo tenía la apariencia del otro, pero cuando se lo probó, demostró ser sólo oropel y escoria. Por su infidelidad fracasaron en su trabajo. 317
No fueron diligentes y perseverantes y no fueron al fondo de las cosas. No estuvieron dispuestos a comenzar en el escalón inferior de la escalera y, con esfuerzo paciente, a ascender escalón tras escalón hasta alcanzar la cima. Caminarán al resplandor de sus propias chispas. No dependieron de la sabiduría que sólo Dios puede dar. Su fracaso no se debió a que no tuvieron una oportunidad, sino a que no tuvieron una mente sobria. No sintieron que las ventajas de la educación eran de valor para ellos, y por lo tanto no avanzaron como podrían haberlo hecho en el conocimiento de la religión y de la ciencia. Su mente y su carácter no fueron equilibrados por los elevados principios de lo recto. 
RH, 8 de dic. de 1891; FE 193.

No hay virtud en la ignorancia.
Usted pensó que era de la mayor importancia adquirir una educación en las ciencias. No hay virtud en la ignorancia, y el conocimiento no necesariamente disminuirá el crecimiento cristiano, pero si usted lo busca por principio, y tiene ante sí el objetivo correcto y siente su obligación ante Dios de usar sus facultades para hacer bien a otros y promover la gloria de Dios, el conocimiento le ayudará a realizar éste propósito; le ayudará a ejercitar los poderes que Dios le ha dado y emplearlos en su servicio. -3T 223 (1872).

Ponerse de lado de los incrédulos.
La Palabra de Dios nos juzgará a cada uno de nosotros en el último gran día. Los jóvenes hablan de la ciencia, y son más sabios de lo que está escrito; procuran explicar los caminos y las obras de Dios de acuerdo con su comprensión finita; pero todo eso concluye en un miserable fracaso.
La verdadera ciencia y la inspiración están en perfecta armonía. La falsa ciencia es algo independiente de Dios. Es ignorancia presuntuosa. Este poder engañador ha cautivado y esclavizado las mentes de muchos que han preferido las tinieblas a la luz. Se han puesto del lado de la incredulidad, como si el dudar fuese una virtud e indicio de una mente318 amplia, cuando en realidad revela un intelecto demasiado débil y estrecho para percibir a Dios en sus obras creadas. No podrían sondear el misterio de su Providencia, aunque lo estudiasen con toda su fuerza durante toda la vida. Y debido a que las obras de Dios no pueden ser explicadas por las mentes finitas, Satanás los somete a sus sofismas, y los enreda en las mallas de la incredulidad. Si éstos que dudan quieren relacionarse estrechamente con Dios, él aclarará sus propósitos. -1JT 583 (1881).

El poder destructor de la duda.
No hay excusa para la duda o el escepticismo. Dios ha hecho amplia provisión para establecer la fe de todos los hombres, si quieren decidir por el peso de las evidencias. Pero si antes de creer, esperan que cada objeción aparente sea eliminada, nunca se establecerán, arraigarán ni afirmarán en la verdad. Dios no eliminará nunca todas las aparentes dificultades de nuestra senda. Los que deseen dudar, podrán hallar oportunidad para ello; los que deseen creer, tendrán bastantes evidencias en que basar su fe.
La actitud de algunos es inexplicable, aun para ellos mismos. Van al garete, sin anclas, debatiéndose en la niebla de la incertidumbre. Pronto se apodera Satanás del timón, y lleva su frágil embarcación doquiera le place. Pasan a ser sujetos a su voluntad. Si estos espíritus no hubiesen escuchado a Satanás, no habrían sido engañados por sus sofismas; si se hubiesen equilibrado del lado de Dios, no habrían quedado confundidos y aturdidos. -1JT 582 (1881).

Dejar de poner en práctica el conocimiento.
Sin embargo, jóvenes, si obtienen mucho conocimiento pero dejan de ponerlo en práctica, no alcanzarán su objetivo. Si, al obtener una educación, se dejan absorber tanto por sus estudios que descuidan la oración y los privilegios religiosos, y llegan a ser descuidados e indiferentes con respecto al bienestar de sus almas, si dejan de aprender en la escuela de Cristo, están vendiendo su primogenitura por un plato de lentejas. 319 El objetivo por el cual están obteniendo una educación no debería perderse de vista ni por un momento. Deberían desarrollar y dirigir sus facultades de tal manera que puedan ser útiles y bendecir a otros hasta el máximo de sus capacidades.
Si al obtener conocimiento aumentan su amor por sí mismos y su inclinación a excusarse para no llevar responsabilidades, sería mejor que no siguieran estudiando. Si aman e idolatran los libros y les permiten que ellos se interpongan entre ustedes y sus deberes, de modo que sientan renuencia a dejar sus estudios y sus lecturas para hacer las tareas esenciales que alguien tiene que hacer, ustedes deberían reprimir sus deseos de estudiar y cultivar el amor por hacer las cosas en las que ahora no se interesan. El que es fiel en lo muy poco también será fiel en las cosas más grandes. 3T 223, 224 (1872).

Los males de la inacción física y el exceso de actividad mental.
Todo el cuerpo ha sido creado para la acción, y a menos que se mantengan sanas las facultades físicas mediante el ejercicio activo, las facultades mentales no podrán ser empleadas por mucho tiempo al máximo de su capacidad. La inacción física que parece casi inevitable en el aula, junto con otras condiciones malsanas, hace de ella un lugar difícil para los niños, especialmente para los de constitución débil. . . No es extraño que en ella se eche con tanta frecuencia el cimiento de enfermedades crónicas. El cerebro, el más delicado de los órganos físicos, origen de la energía nerviosa de todo el organismo, sufre el daño mayor. Obligando a realizar una actividad prematura o excesiva, y en condiciones malsanas, se debilita, y con frecuencia los malos resultados son permanentes. -Ed 207, 208 (1903).

Evitar cargas y trabajo (experiencia de dos jóvenes).
Estos jóvenes tienen deberes en casa que pasan por alto. No han aprendido a realizar sus deberes y a llevar las responsabilidades que les corresponden en el hogar. Tienen una 320 madre fiel y práctica, que ha llevado muchas cargas que los hijos no debieron haberle permitido llevar. En esto han dejado de honrar a su madre. No han compartido las cargas de su padre como era su deber, y han dejado de honrarlo como debían. Siguen las inclinaciones antes que el deber.
Han seguido una conducta egoísta en sus vidas, evitando cargas y trabajos, y han dejado de obtener una valiosa experiencia de la que no pueden darse el lujo de prescindir si desean tener éxito en la vida. No sintieron la importancia de ser fiel en las cosas pequeñas, ni se han sentido bajo la obligación, ante sus padres, de ser leales, íntegros y fieles en los deberes humildes y sencillos de la vida que estaban directamente en su sendero. Pasan por alto los ramos comunes del conocimiento, tan necesarios para la vida práctica. -3T 221, 222 (1872).

Recreación versus diversión.
Hay una diferencia entre recreación y diversión. La recreación, cuando responde a su nombre, recreación, tiende a fortalecer y reparar. Apartándonos de nuestros cuidados y ocupaciones comunes, provea refrigerio para la mente y el cuerpo, y de ese modo nos permite volver con nuevo vigor al trabajo serio de la vida. Por otra parte, se busca la diversión para experimentar placer y con frecuencia se lleva al exceso; absorbe las energías requeridas para el trabajo útil, y resulta de ese modo un obstáculo para el verdadero éxito de la vida. -Ed 207 (1903).

Alegría sin sentido.
Nuestras recreaciones no deben consistir en escenas de alegría sin sentido ni rebajarse a la insensatez. No podemos dirigirlas de tal manera que beneficien y eleven a aquellos con quienes nos asociamos, y nos dejen a ellos y a nosotros mismos mejor preparados para cumplir con éxito los deberes que nos incumben como cristianos. 
RH, julio de 1871; HAd 447, 448.

El baile moderno de moda.
El hecho de que, en su alegría reverente, David bailó delante de Dios ha sido citado 321 por los amantes de los placeres mundanos para justificar los bailes modernos; pero este argumento no tiene fundamento. En nuestros días, el baile va asociado con insensateces y festines de medianoche. La salud y la moral se sacrifican en aras del placer. Los que frecuentan los salones de baile no hacen de Dios el objeto de su contemplación y reverencia. La oración o los cantos de alabanza serían considerados intempestivos en esas asambleas y reuniones.
Esta prueba debiera ser decisiva. Los cristianos verdaderos no han de procurar las diversiones que tienden a debilitar el amor a las cosas sagradas y a aminorar nuestro gozo en el servicio de Dios. La música y la danza de alegre alabanza a Dios mientras se transportaba el arca no se asemejaban para nada a la disipación de los bailes modernos. Las primeras tenían por objeto recordar a Dios y ensalzar su santo nombre. Los segundos son un medio que Satanás usa para hacer que los hombres se olviden de Dios y le deshonren. -PP 766 (1890).

Buscar satisfacción en los entretenimientos y placeres.
El enemigo procura de muchas maneras apartar nuestra mente del estudio de la Palabra. A muchos induce a buscar satisfacción en los entretenimientos y los placeres que parecen deseables para el corazón carnal. Pero los verdaderos hijos de Dios no buscan su felicidad en este mundo. Buscan los gozos eternos de un hogar en la ciudad eterna, donde mora Cristo, y donde los redimidos recibirán la recompensa a la obediencia a los requerimientos de Dios. Estos no desean las diversiones transitorias y baratas de esta vida, sino la bienaventuranza perdurable del cielo. Ms 51, 1912; NEV 286.

Pensamientos necios y conversación frívola.
¿Por qué no mantener sus mentes fijas en las inescrutables riquezas de Cristo a fin de que usted pueda presentar a otros las gemas de la verdad?... Es imposible hacerlo mientras nos complacemos en un espíritu ocioso e inquieto, buscando constantemente 322 algo que meramente gratificará los sentidos, algo para entretenernos y producir risas necias. . . No debiéramos fijar nuestra mente sobre cosas como éstas, cuando hay inescrutables riquezas para nosotros. Nos llevará toda una eternidad comprender las riquezas de la gloria de Dios y de Jesucristo.
Pero las mentes que están ocupadas con lecturas frívolas, con cuentos excitantes, o que buscan entretenimientos, no se espacian en Cristo y no se pueden regocijar en la plenitud de su amor. La mente que encuentra placer en pensamientos necios y conversaciones frívolas están tan desprovistas del gozo de Cristo como lo estaban sin rocío ni lluvia los montes de Gilboa. -RH, 15 de marzo de 1892.

El remolino de excitación.
Las ciudades de hoy están llegando rápidamente a ser como Sodoma y Gomorra. Los feriados son numerosos; el remolino de la excitación y del placer aleja a miles de los deberes serios de la vida. Los deportes excitantes -el teatro, las carreras de caballos, los juegos de azar, el consumo de licores, y las fiestas- estimulan todas las pasiones a la actividad.
Los jóvenes son barridos por la corriente popular. Los que aprenden a amar los entretenimientos como un fin en sí mismos, abren las puertas a un torrente de tentaciones. Se entregan a la algazara social y a la alegría sin sentido. Son llevados de una forma de disipación a otra, hasta que pierden tanto el deseo como la capacidad para una vida de utilidad. Sus aspiraciones religiosas se enfrían; su vida espiritual se oscurece. Todas las facultades más nobles del alma, todo lo que liga al hombre con el mundo espiritual, se degrada. -9T 89, 90 (1909).

Partidas de placer.
Muchos permiten a los jóvenes asistir a partidas de placer, pensando que la recreación es esencial para la salud y la felicidad; pero ¡qué peligros hay en este camino! Cuanto más se complace el deseo de placer, tanto más se cultiva y más fuerte se vuelve. La experiencia 323 de la vida consiste mayormente en complacencia propia y diversión. Dios nos ordena ser cuidadosos. "Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga" (1 Corintios 10: 12).-CM 331 (ed PP); 265 (ed ACES) (1913).

La frivolidad es un peligro.
Sólo se da un modelo a los jóvenes, pero ¿cómo se comparan sus vidas con la vida de Cristo? Me siento alarmada cuando veo por todas partes la frivolidad de los jóvenes y las señoritas que profesan creer la verdad. Dios no parece estar en sus pensamientos. Sus mentes están llenas de tonterías. Sus conversaciones son sólo palabras vacías y vanas. Tienen un agudo oído para la música, y Satanás sabe qué órganos excitar para animar, acaparar y hechizar la mente de modo que no se desee a Cristo. Faltan los anhelos espirituales de conocimiento divino que tiene el alma para poder crecer en la gracia. -1T 496, 497 (1867).

La complacencia roba el poder del cerebro.
El mismo Testigo que registró la profanidad de Belsasar está presente con nosotros dondequiera que vayamos. Joven, señorita, puedes no darte cuenta de que Dios te está mirando; puedes sentirte en libertad de expresar con hechos los impulsos del corazón natural, que puedes complacer tu liviandad y frivolidad, pero de todas estas cosas tendrás que dar cuenta. Según lo que siembras cosecharás, y si estás eliminando el fundamento de tu casa, quitando a tu cerebro su alimento y a tus nervios su poder, por la disipación y la complacencia del apetito y la pasión, tendrás que rendir cuentas a quien dice. "Yo conozco tus obras". -RH, 29 de marzo de 1892.

El placer indiscriminado empequeñece la mente.
Del mismo modo que el comer apresuradamente el alimento temporal es perjudicial para la salud física, el tragar ávidamente todo lo que tenga la apariencia de placeres, empequeñece la mente, y la lleva a rechazar el alimento espiritual que se le presenta. Se educa la mente para anhelar placeres así como 324 el ebrio anhela un vaso de licor. Parece imposible resistir la tentación. El pensamiento sobrio es disgustante porque la presentación no es satisfactoria. No hay nada placentero en la idea de leer y estudiar las palabras de vida eterna. -Carta 117, 1901.

Entretenimientos peligrosos.
Cualquier entretenimiento que los inhabilita para la oración secreta, para la devoción en el altar de la oración, o para tomar parte en la reunión de oración no es segura, sino peligrosa. -3T 223 (1872).

La complacencia del apetito perjudica la salud del cuerpo 
y del alma.
¿Consideras, joven, que al elegir los principios de acción y al someter tu mente a influencias, que estás formando tu carácter para la eternidad? No puedes ocultar nada de Dios. Puedes practicar malos hábitos en secreto, pero no están ocultos de Dios y los ángeles. Ellos miran estas cosas y tendrás que encontrarte con ellas otra vez. Dios no se agrada contigo; se requiere que estés mucho más adelantado en el conocimiento espiritual de lo que estás.
Con todas las oportunidades y los privilegios que Dios te ha dado, no tienes las obras que corresponden a ellos. Tienes un deber para con los demás, y un deber que se entiende imperfectamente será imperfectamente realizado. Habrá errores y equivocaciones que no sólo serán perjudiciales para ti mismo sino que ayudarán a fijar prácticas equivocadas en otros. Tienes hábitos de apetitos que complaces en perjuicio de la salud del cuerpo así como del alma. Tus hábitos han sido de intemperancia, según los hábitos y costumbres del mundo, y tu salud ha sido perjudicada por tu complacencia del apetito. El cerebro se ha nublado, y nunca tendrás pensamientos claros y puros hasta que tus hábitos y prácticas estén de acuerdo con las leyes de Dios en la naturaleza. -Carta 36, 1887.

Evitar las tentaciones.
Eviten entrar en tentación. Cuando las tentaciones los rodeen, y ustedes no puedan controlar 325 las circunstancias que los exponen a ellas, entonces pueden reclamar la promesa de Dios y con confianza y poder consciente exclamar: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Fil. 4: 13). Hay fuerza para todos ustedes en Dios. Pero ustedes nunca sentirán su necesidad de esa fuerza, que es la única que puede salvarlos, a menos que sientan su debilidad y pecaminosidad.
Jesús, su precioso Salvador, los llama ahora a tomar una posición firme sobre la plataforma de la verdad eterna. Si sufren con El, los coronará con gloria en su reino eterno. Si están dispuestos a sacrificar todo por El, entonces El será su Salvador. Pero si escogen su propio camino, avanzarán a la oscuridad hasta que sea demasiado tarde para asegurarse la recompensa eterna. -3T 45, 46 (1872).

Acaricien una ambición justa.
Ame lo correcto porque es correcto, y analice sus sentimientos, sus impresiones, a la luz de la Palabra de Dios. La ambición mal dirigida lo llevará a la aflicción tan ciertamente como ceda a ella. Estoy tratando de captar las palabras y expresiones exactas que se hicieron con referencia a esto, y mientras mi pluma vacila por un momento, las palabras apropiadas vienen a mi mente. Quiero que me entienda.
Acaricie una ambición que produzca gloria a Dios porque está santificada por el Espíritu Santo. Permita que el aceite santo que viene de las dos ramas de olivo, grave su santo resplandor en el altar de su alma. La obra de estas ramas de olivo representa la más rica comunicación del Espíritu Santo. -Carta 123, 1904. 326

34. La Conciencia
Exaltar la conciencia a su legítimo lugar de autoridad.
Dios ha dado a los hombres más que una mera vida animal. "De tal manera amó al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". El espera que aquellos por quienes hizo un sacrificio tan grande muestren su aprecio por su amor siguiendo el ejemplo que Cristo les dejó, y viviendo en armonía con su voluntad. Espera que respondan al amor que les expresó negándose a sí mismo por el bien de otros. Espera que usen los poderes de la mente y del cuerpo en su servicio. Les ha dado afectos, y espera que usen este precioso don para su gloria. Les ha dado una conciencia, y les prohíbe que usen mal este don; más bien, debe ser exaltado al lugar de autoridad que El le ha asignado. 
SW, 1º de marzo de 1904.

Controle la conciencia y cultive una disposición afable.
Todos deberíamos cultivar una disposición afable y someternos al control de la conciencia. El espíritu de la verdad hace mejores hombres y mujeres a los que lo reciben en sus corazones. Trabaja como la levadura hasta que todo el ser 327 está conformado con sus principios. Abre el corazón que ha sido congelado por la avaricia; abre la mano que siempre ha estado cerrada al sufrimiento humano; y se ven como sus frutos la caridad y la bondad. -4T 59 (1876).

Una conciencia pura es una adquisición maravillosa.
Una conciencia libre de ofensas hacia Dios y los hombres es una adquisición maravillosa. -Ms 126, 1897; NEV 145.

Rechazar la conciencia es un peligro terrible.
Día tras día los hombres y las mujeres están decidiendo su destino eterno. Se me ha mostrado que muchos están en grave peligro. Cuando un hombre hará o dirá cualquier cosa para lograr sus fines, nada sino el poder de Dios puede salvarlo. Su carácter necesita ser transformado antes que pueda tener una buena conciencia, libre de ofensas hacia Dios y los hombres. El yo debe morir, y Cristo debe tomar posesión del templo del alma. Cuando, por el rechazo de la luz que Dios ha dado, los hombres abusan de su conciencia y la pisotean, están en terrible peligro. Su futuro bienestar eterno está peligrando. -carta 162, 1903.

Satanás intenta ahogar la conciencia.
Satanás usa su influencia para ahogar la voz de Dios y la voz de la conciencia, y el mundo actúa como si estuviera bajo su control. Los hombres lo han elegido como su dirigente. Se ponen bajo su estandarte. No vienen a Cristo para que puedan tener vida. Apasionados con proyectos de placeres y entretenimientos, se esfuerzan por lo que perecerá con el uso. -Ms 161, 1897.

Un paso en falso cambia una vida.
La eliminación de una salvaguardia de la conciencia, el dejar de hacer exactamente lo que Dios ha señalado, un paso en la senda de los principios equivocados, a menudo conduce a un cambio completo en la vida y los hechos... Estamos seguros sólo al seguir por donde Cristo nos dirige. El sendero llegará a ser 328 más claro, más y más brillante, hasta que el día sea perfecto. -Carta 71, 1898.

Se debilita la conciencia violada.
Una conciencia violada una vez se debilita grandemente. Requiere la fuerza de la vigilancia constante y la oración incesante. 
2T 90, 91 (1868).

La conciencia violada no es confiable.
El que después de oír la verdad se aparta de ella porque aceptarla retardaría su éxito en los negocios, se aparta de Dios y de la luz. Vende su alma en un mercado barato. Su conciencia siempre será indigna de confianza. Ha hecho un pacto con Satanás al violar su conciencia, la cual, si hubiera permanecido pura y recta, le habría sido de mucho más valor que el mundo entero. El que rechaza la luz participa del fruto de la desobediencia, como les ocurrió a Adán y Eva en el Edén. -Ms 27, 1900.

La pérdida de la integridad de conciencia paraliza las energías.
Cuando ustedes pierden su integridad de conciencia, su alma llega a ser el campo de batalla de Satanás; tienen temores y dudas suficientes como para paralizar sus energías y llevarlos al desánimo. Cuando se haya ido el favor de Dios, ustedes saben que algunos de ustedes mismos han tratado de suplir ese lugar y buscar compensaciones por la pérdida del testimonio del Espíritu Santo de que son hijos de Dios en medio de la excitación mundanal, en la sociedad de los mundanos. 
Carta 14, 1885.

La conciencia violada llega a ser un tirano.
La conciencia violada llega a ser un tirano sobre otras conciencias. 
Carta 88, 1896.

Satanás controla la conciencia adormecida por el alcohol.
El borracho vende su razón por una copa de veneno. Satanás asume el dominio de su razón, de sus afectos y de 329 su conciencia. Ese hombre está destruyendo el templo de Dios. El que toma té ayuda a hacer la misma obra. Sin embargo, ¡cuántos hay que colocan en sus mesas esos agentes destructores, sofocando de esa forma sus atributos divinos! 
Te 71 (1899).

La dieta afecta la conciencia.
Los alimentos toscos y estimulantes afiebran la sangre, excitan el sistema nervioso y con demasiada frecuencia embotan la sensibilidad moral, de modo que la razón y la conciencia son vencidas por los impulsos sensuales. 
CRA 286 (1890).

La salud y la conciencia.
La salud es una bendición inestimable, que está más íntimamente relacionada con la conciencia y la religión de lo que muchos piensan. Tiene mucho que ver con la capacidad de uno. Todo predicador debe tener presente el sentimiento de que para ser un fiel guardián del rebaño, debe conservar todas sus facultades en condición de prestar el mejor servicio posible. OE 256.

La conciencia es un agente efectivo para restaurar la salud.
Aunque estéis angustiados y afligidos, no tenéis que cerraros como las hojas de una rama seca. La alegría y la buena conciencia son mejores que los remedios, y servirán de agentes eficaces en la restauración de vuestra salud. . . . MeM 182 (1871).

Es posible estar concienzudamente equivocados.
Muchos abrigan la idea de que un hombre puede practicar cualquier cosa que él crea concienzudamente que es correcto. Pero la pregunta es: ¿Tiene ese hombre una buena conciencia, bien instruida, o tiene una conciencia con prejuicios y distorsionada por sus propias opiniones preconcebidas? La conciencia no ha de tomar el lugar de un "así dice el Señor". No todas las conciencias armonizan entre sí, ni son igualmente inspiradas. Algunas conciencias están muertas, cauterizadas como con un hierro candente. Los hombres 330 pueden estar concienzudamente equivocados así como concienzudamente en lo correcto. Pablo no creía en Jesús de Nazaret, y persiguió a los cristianos de ciudad en ciudad, creyendo realmente que estaba sirviendo a Dios.-Carta 4, 1889.

Las percepciones humanas son una guía inestable.
"Lá lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?" (Mat. 6: 22, 23).
Estas palabras tienen un primer significado y un segundo, un sentido literal y otro figurado. Están llenas de verdad con respecto al ojo corporal, con el cual vemos los objetos externos. Y también son ciertas con respecto al ojo espiritual, la conciencia, con la cual evaluamos el bien y el mal. Si el ojo del alma, la conciencia, es perfectamente saludable, el alma será bien enseñada.
Pero cuando la conciencia es guiada por las percepciones humanas, que no están subyugadas ni suavizadas por la gracia de Cristo, la mente está enferma. Las cosas no se ven en su verdadera relación. La imaginación se sobreexcita, y el ojo de la mente ve las cosas bajo una luz distorsionada y falsa.
Usted necesita una visión clara y llena de simpatía. Su conciencia ha sido violada, y se ha endurecido, pero si usted sigue una conducta correcta, recibirá una renovada sensibilidad. -Carta 45, 1904.

Cuándo podemos confiar en la conciencia.
Pero uno dice: "Mi conciencia no me condena al no guardar los mandamientos de Dios". Pero en la Palabra de Dios leemos que hay buenas y malas conciencias, y el hecho de que su conciencia no lo condene al no guardar la ley de Dios no demuestra que usted esté sin condenación a la vista de El.
Lleven su conciencia a la Palabra de Dios y vean si su 331 vida y su carácter están en armonía con la norma de justicia que Dios ha revelado allí. Ustedes pueden entonces decidir si tienen una fe inteligente o no y qué clase de conciencia es la suya. Uno no puede confiar en la conciencia del hombre a menos que esté bajo la influencia de la gracia divina. Satanás se aprovecha de la conciencia no iluminada, y por ella conduce a los hombres a toda clase de engaños, porque no han hecho de la Palabra de Dios su consejera. Muchos han inventado un evangelio propio de la misma manera en que han sustituido con una ley propia la ley de Dios. -RH, 3 de sept. de 1901.

La Palabra de Dios es la norma.
No basta que el hombre se considere seguro siguiendo los dictados de su conciencia... La cuestión que debe aclararse es ésta: ¿Está la conciencia en armonía con la Palabra de Dios? Si no lo está, sus dictados no pueden seguirse con seguridad, porque engañarán. La conciencia debe ser esclarecida por Dios. Debe dedicarse tiempo al estudio de las Escrituras y la adoración. Así la mente será afirmada, fortalecida y arraigada. -NEV 145 (1901).

¿Está su conciencia cambiando su vida?
Usted puede tener una conciencia, y esa conciencia puede llevarlo a la convicción, pero la pregunta es: ¿Es esa convicción un agente que actúa? ¿Alcanza esa convicción a su corazón y a los actos del hombre interior? ¿Hay una purificación del templo del alma de su contaminación? Eso es lo que deseamos, porque estamos en un tiempo como fue el de los hijos de Israel; y si hubiera pecados sobre usted, no se detenga hasta que los haya corregido y eliminado. -Ms 13, 1894.

La influencia de la verdad sobre la conciencia y el corazón.
El salmista dice: "La exposición de tu palabra alumbra; hace entender a los simples" (Sal. 119: 130). Cuando la verdad actúa sólo sobre la conciencia, crea mucha incomodidad; pero cuando se invita a la verdad a entrar en el 332 corazón, todo el ser es llevado en cautividad a Jesucristo. Aun los pensamientos son capturados, pues la mente de Cristo trabaja donde la voluntad está sometida a la voluntad de Dios. "Haya, pues, en vosotros este sentir [manera de pensar, versión Dios habla hoy] que hubo también en Cristo Jesús" (Fil. 2: 5). La persona que ha sido liberada por el Señor es realmente libre, y no puede ser llevada a la esclavitud servil del pecado. -Ms 67, 1894.

Si la verdad está sólo en la conciencia turbará la mente.
Todo judío honrado estaba convencido por su conciencia de que Jesucristo era el Hijo de Dios, pero el corazón en su orgullo y ambición no se entregaba. Se mantenía la oposición contra la luz de la verdad, a la cual ellos habían decidido negar y resistir. Cuando la verdad es tenida como verdad sólo por la conciencia, cuando el corazón no es estimulado y hecho receptivo, la verdad sólo turba la mente. Pero cuando se recibe la verdad como verdad en el corazón, ha pasado por la conciencia y ha cautivado el alma por medio de sus principios puros. Es puesta en el corazón por el Espíritu Santo, que da la forma de su belleza a la mente a fin de que su poder transformador pueda verse en el carácter. 
Ms 130, 1897.

Dios no fuerza la conciencia.
Dios no violenta nunca la conciencia; pero Satanás recurre constantemente a la violencia para dominar a los que no puede seducir de otro modo. Por medio del temor o de la fuerza procura regir la conciencia y hacerse tributar homenaje. -CS 649 (1888).

Cuándo la conciencia es una guía segura.
Quien tiene la conciencia como una guía segura no se detendrá a razonar cuando brilla sobre él la luz de la Palabra de Dios. No será guiado por consejos humanos. No permitirá que los negocios mundanos estén en el camino de la obediencia. Pondrá todo interés egoísta a la puerta de la investigación y se acercará a la Palabra de Dios como alguien cuyo interés eterno está en la balanza. -Ms 27, 1900. 333

Las emociones y los deseos sujetos a la razón y a la conciencia.
Si no hemos de cometer pecado hemos de evitarlo desde sus mismos comienzos. Cada emoción y deseo debe estar sujeto a la razón y a la conciencia. Cada pensamiento no santificado debe ser rechazado inmediatamente. A sus cámaras, seguidores de Cristo. Oren con fe y con todo el corazón. Satanás está velando para entrampar sus pies. Deben recibir ayuda de arriba si han de escapar a sus estratagemas. 
5T 177 (1882).

Pero vosotros podéis someter toda emoción y pasión a control, en serena sujeción a la razón y la conciencia. Entonces Satanás pierde su poder de controlar la mente. -RH, 14 de junio de 1892; NEV 89.

Las cicatrices permanecen para siempre.
¿Qué ganó ese defraudador con su proceder mundano? ¿Cuán alto fue el precio que pagó por su éxito? Ha sacrificado su noble hombría y ha comenzado a marchar por el camino que conduce a la perdición. Quizá se convierta; quizá vea la impiedad de su injusticia con sus prójimos, y haga restitución hasta donde sea posible. Sin embargo, las cicatrices de una conciencia herida permanecerán siempre. 
ST, 7 de feb. de 1884; 3CBA 1176.

La gracia de Cristo es suficiente para una conciencia culpable.
Cuando el pecado lucha por dominar en el corazón, cuando la culpa oprime al alma y carga la conciencia, cuando la incredulidad anubla el espíritu, acordaos de que la gracia de Cristo basta para vencer al pecado y desvanecer las tinieblas. Al entrar en comunión con el Salvador entramos en la región de la paz. -MC 193 (1905).

Usted puede hacer de sí mismo lo que elija.
Otra vez lo amonesto como quien debe encontrarse con estas líneas en aquel día cuando se decidirá el caso de todos. Entréguese a Cristo sin demora; sólo El, por el poder de su gracia puede redimirlo de la ruina. Sólo El puede sanar sus poderes 334 morales y mentales. Su corazón puede estar ardiente con el amor de Dios; su comprensión, clara y madura; su conciencia, iluminada, pura y penetrante; su voluntad, recta y santificada, sujeta al control del Espíritu de Dios. Usted puede hacer de sí mismo lo que elija. Si ahora desea volverse, deje de hacer lo malo y aprenda a hacer el bien, luego estará realmente feliz; tendrá éxito en las batallas de la vida y se levantará para gloria y honra en la vida mejor que esta. "Escogeos hoy a quién sirváis" (Jos. 24: 15).-2T 564, 565 (1870).

No entremeterse con las conciencias de otros.
La conciencia con respecto a las cosas de Dios es un tesoro sagrado, en la cual ningún ser humano, no importa cuál sea su posición, tiene derecho a entremeterse. Nabucodonosor ofreció a los hebreos otra oportunidad, y cuando la rechazaron, se puso muy violento y ordenó que se calentara el horno de fuego siete veces más que lo acostumbrado. Les dijo a los cautivos que los echaría dentro del horno. Llena de fe y confianza, vino la respuesta: Nuestro Dios a quien servimos puede librarnos; y si no lo hace, bien; nos hemos consagrado a un Dios fiel. -Carta 90, 1897.

No es criterio para otros.
Dios no desea que usted erija su conciencia en criterio para otros. Usted tiene un deber que cumplir: el de ser alegre y cultivar la abnegación en sus sentimientos hasta que sea su mayor placer hacer felices a quienes lo rodean. -4T 62 (1876).

Los padres han de ayudar a sus hijos a conservar 
una limpia conciencia.
Se me ha instruido para decir a los padres: Hagan todo lo que está a su alcance para ayudar a sus hijos a tener una conciencia pura y limpia. Enséñenles a alimentarse de la Palabra de Dios. Enséñenles que son los hijitos del Señor. No se olviden de que El los ha designado como los tutores de ellos. Si les dan el alimento adecuado y los visten en forma saludable, y si les enseñan con diligencia 335 la Palabra de Dios, línea sobre línea, mandato tras mandato, un poquito allí, otro poquito allá, con mucha oración a su Padre celestial, sus esfuerzos serán ricamente recompensados. -Ms 4, 1905.

La conciencia ha de ser limpiada.
Cada sala del templo de su alma ha llegado a estar más o menos contaminada, y necesita limpieza. Ha de entrarse al aposento de la conciencia lleno de telarañas. Las ventanas del alma han de ser cerradas hacia la tierra y abiertas de par en par hacia el cielo a fin de que los brillantes rayos del Sol de justicia tengan libre acceso a ella. La memoria ha de ser refrescada por los principios bíblicos. La mente ha de ser mantenida limpia y pura a fin de que pueda distinguir entre el bien y el mal. Al repetir la oración que Cristo enseñó a sus discípulos, y luego procurar contestarla en la vida diaria, el Espíritu Santo renovará la mente y el corazón y le dará fuerzas para llevar a cabo propósitos elevados y santos. -Ms 24, 1901.

Una clara conciencia produce paz perfecta.
La paz interior y una conciencia libre de ofensas hacia Dios agilizará y vigorizará el intelecto así como el rocío sobre las tiernas plantas. La voluntad está entonces dirigida y controlada rectamente, y es más decidida, y sin embargo libre de perversidad. Las meditaciones son agradables porque son santificadas. La serenidad de la mente que usted puede poseer bendecirá a todos los que tengan contacto con usted. Esta paz y calma, con el tiempo, llegará a ser natural y reflejará sus preciosos rayos sobre todos los que lo rodean, para volver a reflejarse sobre usted mismo. Cuanto más guste de esta paz celestial y quietud mental, tanto más aumentará. Es un placer vivo y animado que no echa todas sus energías morales en el estupor, sino que las despierta a una actividad creciente. La paz perfecta es un atributo del cielo que los ángeles poseen. Quiera Dios ayudarle a poseer esta paz. -2T 327 (1869). 339

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