Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades. Si pierden su conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. OE17
domingo, 29 de agosto de 2010
76. “No saben, no entienden, andan en tinieblas; tiemblan todos los cimientos de la tierra.”
Escogí hoy Sal. 82:5.
“No saben, no entienden, andan en tinieblas; tiemblan todos los cimientos de la tierra.”
La mujer se quejaba del dictamen. El juez había concedido la tenencia de su único hijo al marido. Estaba deshecha y no sabía a dónde ir para buscar ayuda. "Es injusto -reclamaba la mujer. El juez hizo eso debido a la influencia de la familia de mi esposo, que tiene mucho poder en la ciudad".
Aunque el salmo se refiere exclusivamente a las personas que administraban la justicia en aquellos días; la advertencia es válida también para el ser humano de hoy, independientemente de la profesión u oficio que tenga. La gente sin Dios andará en tinieblas, y quien anda envuelto en las sombras, no anda, deambula. No tiene rumbo, tropieza, cae, se levanta, vuelve a caer. No tiene conciencia de su realidad. Pretende saber de dónde viene y para dónde va, pero camina sin rumbo. Acertando a veces, errando en la mayoría.
La mayor parte de los problemas del ser humano se origina en la falta de sabiduría. En la vida familiar, profesional o financiera, la falta de criterio lleva a la criatura a vivir "en las tinieblas", intentando encontrar el camino, pero hiriéndose e hiriendo a las personas a su alrededor.
Por eso hoy, antes de tomar alguna decisión trascendental, o antes de comenzar tus actividades diarias, recuerda el consejo de Santiago, que dice: "Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente... "* No comiences el día sin Dios, no tomes decisiones sin su consejo, por- que la persona que vive sin Dios no sabe, ni entiende, anda en tinieblas.
Alejandro Bullón
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