domingo, 29 de agosto de 2010

75. “Entended, oh simples, discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura.”


El texto para tu inspiración es:
“Entended, oh simples, discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura.” Prov. 8:5
El capítulo 8 de Proverbios, es un himno a la sabiduría. Salomón Compara la sabiduría con una dama famosa, que está "en las alturas junto al camino", invitando a las personas a seguirla. En este contexto aparece otra recomendación del sabio: "Entended, oh simples, discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura".

Cordura es sinónimo de sabiduría. Hay cosas que la gente no acepta, simplemente porque no las entiende. Si tú colocas un billete de 100 dólares en las manos de un niño de un año, seguramente lo romperá, y si lo reprendes por haberlo roto, quedará confundido, por un simple motivo: el niño no entiende el valor del dinero. Por eso, el consejo del sabio es: "Entended, oh simples, discreción". La discreción es prudencia. Tú no puedes darle valor a algo que no entiendes. La gente vive hoy corriendo de un lado al otro, sin detenerse a pensar cuál es el motivo de tanta agitación. Entramos en el tobogán de las circunstancias y nos dejamos llevar. Hay una montaña de deberes no cumplidos, de responsabilidades de las que no podemos escapar, compromisos, y agendas apretadas. No queda tiempo para pensar en las cosas simples, que son la esencia de la vida. ¿Para qué la sabiduría? ¿Qué valor tiene? Poco importa.

Cuando era joven, alguien me dijo: "Usted necesita aprender a vivir con sabiduría". Al escribir este devocional, confirmo que la mayor necesidad del ser humano, es la sabiduría y la prudencia. Con sabiduría tú produces mucho más de lo que estás produciendo, y lo haces en menos tiempo y con menor esfuerzo. Evita dolores de cabeza y sufrimientos, y capitaliza las adversidades.

El proverbio de hoy dice que la persona que se atreve a vivir sin sabiduría, es una persona necia. Una vida necia es una vida insatisfecha y llena de estrés. La vida es como un partido de fútbol. Algunos corren de un lado al otro, pero nunca hacen el gol. No piensan, no reflexionan, no tienen un plan de acción, ni inspiración. Solo corren.

Toma tiempo hoy para pedir sabiduría a Dios. Al hacerla, tú te encontrarás con la persona de Jesús, porque él es la sabiduría en persona. Sal hoy con Jesús. Camina con él. Depende de él. Permítele participar de tus negocios, emprendimientos y decisiones. Escucha el consejo de Salomón: "Entended, oh simples, discreción; y vosotros, necios, entrad en cordura".

Alejandro Bullón

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