sábado, 31 de julio de 2010

63. “El justo no será removido jamás...


Hoy es un nuevo día y el texto para tu inspiración es: “El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra.” Prov. 10:30.

Si tú nunca estuviste lejos de casa, te será difícil entender el valor de la esperanza. Israel era un pueblo peregrino, alimentado por la esperanza. Desde la promesa hecha a Abram, Israel siempre soñó con heredar la tierra y habitar en ella. La promesa se cumplió en cierta medida, porque un día llegaron y conquistaron la tierra de Canaán, pero lamentablemente, no permanecieron.

Salomón habla hoy a los peregrinos de nuestros días. Ante las adversidades, conflictos y dificultades diarias, somos alimentados por la bendita esperanza de que quedaremos en este mundo para siempre. En esta vida, todo es transitorio y pasajero. Somos peregrinos que estamos yendo a nuestro verdadero destino. La "tierra" que Dios promete hoya sus hijos, no está en este mundo. Hay un cielo, hay una vida mejor, hay un paraíso. Parece una utopía hablar de estas cosas en pleno siglo XXI. El pragmatismo que invade la cultura de nuestros días, se rehúsa a aceptar el paraíso como una realidad. Pero las Sagradas Escrituras afirman contundentemente que el cielo existe. "Pero los impíos no habitarán la tierra".

En el versículo de hoy, se dice que son los justos los que entrarán en esa tierra. En otra parte, el mismo Salomón menciona dos características de los que un día habitarán allá. Rectitud e integridad. * Estos aspectos del carácter tienen que ver con la manera como las personas se comportan ante las circunstancias. Las cosas son como son, no como yo imagino que deben ser. La noche es noche por más que yo amontone toneladas de luz artificial. Cuando tú no aceptas la realidad de la vida, inventas un estilo de vida ambiguo. Creas tuS propias normas, te disfrazas, aparentas y divides tu mundo interior al punto de inhabilitarte para disfrutar de la vida plena. Pierdes la rectitud y la integridad.

Un corazón dividido. Una mente cercenada, un cuerpo con un pie yendo a la derecha y el otro a la izquierda. Así el hombre crea su propio infierno en esta tierra. Las llamaradas de su conciencia dividida le atormentan día y noche. Para esas personas no existe la esperanza de un mundo mejor, ni aquí ni en el cielo.

Vale la pena cultivar los valores, porque "el justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra".
* Cf Prov. 2:21.


Alejandro Bullon

62. “Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas.


Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Sal 73:21, 22. “Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; era como una bestia delante de ti.”

Hay cosas que no tienen explicación. Un día visité en el hospital a una joven que había intentado suicidarse. El novio la había dejado faltando solo tres semanas para el casamiento. "¿Por qué Dios permitió que me pasara eso a mí?", me preguntó llena de amargura. A veces me gustaría tener todas las respuestas. Las personas se sienten asfixiadas por aquel dolor: ¿Por qué hay padres que perdieron a su hijo, gente que fue víctima de una tragedia? ¿Por qué hay personas sinceras que no logran entender tantos "porqués" de la vida?

El salmo de hoy describe la amargura que sintió un hombre al preguntarse tantas cosas y recibir como respuesta apenas el silencio de Dios. Este hombre se llamaba Asaf. Hay cosas que él no entendía. ¿Por qué los justos sufren y los impíos prosperan? ¿Qué clase de Dios es ese que parece incapaz de atender el clamor de sus hijos? Para poder comprender algunas cosas tú necesitas retirarte, meditar, observar y permitir que Dios te hable al corazón. Fue lo que le pasó al salmista. El Salmo 73 es el fruto del tiempo que Asaf tomó para meditar.

La reflexión de Asaf no fue aquella reflexión introspectiva o filosófica, a través de la cual tú pretendes llegar a respuestas dentro o alrededor de ti, analizando las circunstancias que envuelven los hechos. Asaf dice: "Cuando pensé para saber eso, fue duro trabajo para mí, hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos". * El Santuario no era para Israel apenas un templo físico, era también la presencia de Dios. A solas con Jesús, en su compañerismo y en sus brazos, tú verás que hasta las cosas incomprensibles de esta vida, tienen sentido.

Cuando finalmente Asaf entendió que las conquistas y victorias de los impíos no significan necesariamente una victoria, que el sufrimiento de los justos no es una derrota, tuvo vergüenza y dijo: "Se llenó de amargura mi alma, y en mi corazón sentía punzadas. Tan torpe era yo, que no entendía; era Como una bestia delante de ti".

*Sal. 73:16, 17.

Alejandro Bullón

61. “El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría será librado.”


Prov. 28:26 dice: “El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría será librado.”

La visa. Una simple visa. Quedé parado dos días en Madrid por falta de visa para entrar en Guinea Ecuatorial. ¿Error de información? ¿Falta de información? ¿Información incompleta? A estas alturas no vale de nada tratar de descubrir la causa. Estoy en Madrid, sin poder viajar, mientras centenares de personas me esperan en Malabo, la capital de la ex-colonia española.

Sentado en la sala de espera del Hotel Asturias, en el centro de Madrid pienso una y otra vez en la importancia de una visa. Cuando tú tienes que viajar a otro país, ¿es deber de ese país adaptarse a aquello que tú crees, o es tu deber cumplir con los requisitos que el país exige? Yo creí que la tasa para la visa podía pagarse en el Consulado, pero el Consulado exigía que fuese pagada en el Banco. Cuando la información me llegó, los Bancos ya habían cerrado y no sirvió de nada explicar la importancia de mi presencia en Malabo. No conseguí la visa. Quedé en Madrid, y no había vuelo hasta dos días más tarde.

Bueno, los Bancos mañana estarán abiertos y el problema estará solucionado. Pero ahora pienso en la vida eterna. Llegará un día cuando todos tendremos que presentar la visa de entrada al reino de los cielos. La Biblia afirma eso categóricamente. El cielo no es el fruto de la imaginación de gente que trata de sublimar el dolor y los sufrimientos de este mundo. El cielo tampoco es la justificación de personas débiles, incapaces de afrontar con responsabilidad, brío y coraje las amarguras de esta vida. El cielo existe. Es una de las verdades más cristalinas de la Biblia.

Cuando la historia de este mundo llegue a su fin, todos, lo queramos o no, lo creamos o no, tendremos que presentar la visa de entrada y en ese día no tendrá mucho valor lo que "creemos", o "pensamos". No valdrá de nada ninguna explicación o justificación. No es deber del país adaptarse a lo que n. crees, y sí es tu deber cumplir con los requisitos que el país exige.

"El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría será librado". Por eso hoy, antes de iniciar la lucha por la vida, verifica si tu visa está lista. No es lo que tú piensas o crees, es lo que Dios dice. No es lo que tú imaginas, es lo que afirma la Palabra de Dios, porque: "El que confía en su propio corazón es necio; mas el que camina en sabiduría será librado."


Alejandro Bullón

60. “Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien.”


¿Cómo te va? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Sal. 116:7. “Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien.”

Este es uno de los salmos más extraordinarios de la Biblia. Algunos expositores bíblicos creen que es tan grandioso como el Salmo 23. Es un himno de gratitud a Dios, por sus obras maravillosas de liberación. Al comienzo del salmo hay un momento en que el salmista parece no tener fuerzas para resistir las pruebas. "Me rodearon ligaduras de muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado", se Lamenta en el versículo 4. Pero si tú continúas leyendo, verás que en medio d: la desesperación, el salmista clama a Dios, v el Padre oye el clamor del hijo sincero.

En el versículo de hoy, el salmista se encuentra de nuevo frente al peligro, pero esta vez no cae en la desesperación. Sabe, por experiencia propia, lo que Dios es capaz de hacer, y hablando consigo mismo, dice: "Vuelve, oh alma a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien". La expresión "te ha hecho bien" quiere decir que ha sido generoso contigo. La generosidad es la palabra clave. Tiene que ver con la misericordia. Se relaciona con un amor sin medida. Así es como Dios te ama a ti. La protección divina en la hora de la angustia no es un derecho que tú hayas conquistado. No hicimos nada para merecerlo, pero Dios por su generosidad, extiende la mano en nuestra dirección.

Dios promete cuidarte en las horas más difíciles. Él siempre cumple sus promesas, por tanto, cuál es el motivo para estar ansioso? Si él hizo maravillas en el pasado, ¿por qué no puede hacerlas ahora? Vuelve, oh alma mía, a tu reposo". Nota cómo el autor se dirige a sí mismo. Vuelve. Regresa. Retorna. Hay algo que no anda bien con esta alma. Ir como paloma lejos del nido, huyó buscando socorro. Las almas ansiosas siempre son almas que huyen. Huyen de Dios y de la realidad. Crean fantasmas imaginarios, se desesperan, entran en pánico y cometen tonterías.

Volver al reposo es volver al nido. El nido son los brazos del Padre que esta siempre esperando. Sé que el drama que tú estás viviendo es grande. Pero en Cristo tú tendrás la capacidad de ver la dimensión verdadera del drama que vives y, a partir de ahí, encontrar la salida.

Por tanto, no te desesperes. Este puede ser el gran día para ti. Con Cristo, los días son días de victoria. Por eso: "Vuelve, oh alma mía, a tu reposo, porque Jehová te ha hecho bien".


Alejandro Bullón

59. “Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”


¿Cómo te va? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Sal. 80:7. “Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.”

El otro día hablé con el hijo de un empresario de éxito. Hijo único, tenía todo para continuar haciendo crecer la empresa del padre. Pero, lamentablemente, se juntó con las personas equivocadas y terminó prisionero de las drogas. El hombre tenía cuarenta años. Ya no era joven, y mirando hacia atrás, decía: "Fueron más de veinte años de mi vida tirados a la basura".

Pero un día se encontró con Jesús. Era el último recurso y se aferró a él con las fuerzas que todavía le quedaban. Hoy, cuesta creer en la transformación operada en la vida de este joven. Volvió a los estudios y comenzó a trabajar en la empresa del padre.

A eso, exactamente, se refiere la súplica del salmista hoy: "Restáuranos". Restaurar es arreglar lo que está destruido. Muchas veces, restaurar es "hacer de nuevo". Tú tomas un jarrón hecho añicos y lo reconstruyes pedazo a pedazo, de modo que nadie nota que un día estaba roto. Pero el salmista va más allá. Él dice: "Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos". El hombre de nuestra historia, me contaba que mientras estaba prisionero en las garras del vicio, tenía vergüenza de mirar la cara de sus padres. El padre le decía: "¿Por qué, hijo, si nunca te dejé de amar, a pesar de todo lo que hacías?" Y el hijo responde: "Me sentía sucio, indigno y por eso desaparecía durante meses".

Así es el sentimiento de culpa. Dios nunca abandona al hijo rebelde. Nunca "esconde su rostro", pero el pecado crea en el ser humano tal sentimiento de culpa que él cree que Dios está enojado. Si por algún motivo, tú fuiste herido por algún dardo envenenado del pecado, no tengas miedo ni vergüenza de ir al Padre celestial. Él está con los brazos abiertos dispuesto a recibirte.

El salmista apela hoy al Señor de los ejércitos. En hebreo, el nombre de Dios en este versículo es Jehová. Este nombre denota todo el poder controlador de los cielos y de la tierra. Todo ese poder está disponible para ser usado en tu favor, para restaurar lo que parece humanamente imposible de ser restaurado.

Clama hoy en tu corazón: "Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos".

Alejandro Bullón

58. “El alma sin ciencia no es buena, y aquel que se apresura con los pies, peca.”


Prov. 19:2. “El alma sin ciencia no es buena, y aquel que se apresura con los pies, peca.” La versión de la Biblia en portugués (JFA) traduce así este versículo: "No es bueno proceder sin reflexionar, y peca quien es precipitado".

En 1938, Orson Welles, anunció en un programa radial que Nueva York estaba siendo invadida por marcianos. Las constantes advertencias y los detalles que daba acerca de la invasión, crearon un tremendo pánico en la ciudad, causando accidentes y confusión general. El resultado fue que Orson Welles ganó dinero, fama, y algunos días de cárcel. Recientemente, un editor de la revista Squire, de los Estados Unidos, apostó con unos amigos cuánto tiempo sería necesario para que la farsa escrita por él en un artículo fuera descubierta. El artículo en cuestión anunciaba que un grupo escogido por la Presidencia de la República, se reuniría en secreto, en una base subterránea llamada Iron Mountain, para estudiar la manera de exterminar a los grupos de extrema derecha.

Lo interesante es que, en vez de que la gente percibiera la ridiculez de la noticia, dichos grupos creyeron píamente en el "complot" y usaron el artículo como la más "contundente prueba" de que todo era verdad. Inclusive, cuando el editor fue al tribunal y demostró que él era el autor de la inverosímil noticia, los "vigilantes" extremistas no aceptaron que todo aquello no era más que una broma de mal gusto.

"No es bueno proceder sin reflexionar", es el consejo de Salomón. En otras palabras, no creas en todo lo que oyes. Para, detente, piensa y reflexiona. Si tÚ hicieras hoy una revisión de tu historia, percibirás que muchas veces sufriste sin motivo o creaste problemas y circunstancias difíciles para mucha gente, solo porque no te detuviste a reflexionar si aquello que oíste era verdad.

Lo que el profesor dice acerca de tu hijo, o el comentario de tu vecina con relación a la conducta de tu esposo, la insinuación de un empleado acerca de la honestidad de tu socio, ¿son motivos suficientes para tomar "medidas inmediatas?" "No es bueno", declara el texto de hoy. Si no es bueno, es porque es malo; y si es malo, destruye todo lo que toca: las amistades, la familia, los sueños e incluso las vidas.

Tú puedes construir este día con reflexión y prudencia. No te precipites. Dale tiempo al tiempo. Espera, piensa y entonces, decide, y recuerda el consejo de Salomón: "No es bueno proceder sin reflexionar, y peca quien es precipitado”.

Alejandro Bullón

viernes, 30 de julio de 2010

57. “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.”


Hoy es un nuevo día y el texto para tu inspiración es: “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados.” Prov. 16:3.

Encomendar es confiar. La confianza es vital. Todos los días, en todos los lugares, por todos los motivos, confiamos en alguien. Desde que nos levantamos por la mañana, hasta la hora de acostamos por la noche, el ejercicio de la confianza es casi ininterrumpido. Abrimos el grifo del lavabo confiando en que habrá agua, tomamos el ómnibus confiando en que el chofer nos llevará al lugar indicado, tomamos el teléfono confiando en que habrá línea.

A veces nos frustramos, porque las personas fallan o las cosas no funcionan. Hasta las personas más queridas y cercanas nos pueden chasquear, queriendo o sin querer. Nosotros mismos nos sorprendemos a veces con nuestras propias actitudes. "No confío en mí", me decía el otro día un hombre angustiado.

El texto de hoy nos enseña a depositar la confianza en alguien que no falla. "Encomienda a Jehová tus obras", aconseja Salomón. A veces, observando la sabiduría humana, me pregunto si el hombre confía más en la tecnología, en la ciencia y en la razón, que en Dios. Cuando veo a la criatura jugando a ser Dios, queriendo definir lo que está bien y lo que está mal, me pregunto si el consejo de Salomón no está ya obsoleto. Pero, cuando oigo las historias de vidas destruidas debido a la obcecación y el espíritu de independencia humana, veo que el consejo bíblico es más actual que nunca.

En el texto de hoy se destaca otro pensamiento. El hecho de confiar en Dios no anula la iniciativa ni el esfuerzo humano. El texto habla de obras y designios. Esta es una referencia a los planes y acciones. Nada funciona sin planificación y acción. Pero, ambas, carecen de valor si no están depositadas en las manos de Dios. El verbo encomendar o confiar que aparece en el texto de hoy, en el original hebreo es gol, que significa desenrollar, como si tú desenrollas es un proyecto arquitectónico delante de alguien.

El mensaje es: abre el rollo de tus planes delante de Dios, consulta con él. Pídele su opinión. El éxito está siempre relacionado con la acción. Las personas que consultan sus planes con Dios siempre avanzan y, aunque pueden, limitadas por su humanidad, cometer errores, no desisten, confiando que el mismo Dios que los ayudó a planificar, los ayudará a llegar al fin del camino propuesto.

¿Qué tienes tú que depositar hoy en las manos de Dios? ¿Estás seguro de que lo que vas a hacer, o la decisión que vas a tomar, ya fue consultada con él? "Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados".

Alejandro Bullón

56. “Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos será trastornada.”


Prov. 11:11 dice: “Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos será trastornada.”

Tú eres parte de una comunidad. En la vida profesional, religiosa, familiar o social tú no eres una isla separada de las otras personas. Todos dependemos de todos. Todos ejercemos influencia, para el bien o para el mal. Las palabras y acciones son determinantes, y nadie puede evitar las consecuencias.

En 2004, el pequeño principado de Palau, fue conmocionado con el asesinato cruel de una familia de misioneros brasileños. La policía capturó enseguida al asesino. El país estaba avergonzado con la acción perversa de un miembro de su comunidad. Algunos días después llegaron a Palau los padres del misionero y, para sorpresa de todos, la madre enlutada visitó al asesino que estaba preso, y le dijo que lo perdonaba a pesar del terrible dolor que estaba sintiendo por la muerte del hijo.

La noticia de esta extraña visita a la prisión conmovió a todo el país y las personas encontraban difícil creer que en un mundo de tanta violencia, pudiera haber todavía lugar para el amor y el perdón. Creo que en circunstancias parecidas, la reacción natural de cualquier ser humano, sería dar lugar al deseo de venganza o, al menos, "exigir" justicia, esperando que el criminal quedase por el resto de su vida en la prisión. La actitud de esta madre no fue fruto de ningún tipo de filosofía, sino el resultado del trabajo que el Espíritu de Dios realiza en el corazón de personas sinceras que buscan vivir una experiencia de comunión diaria con Jesús.

Esta no es una experiencia mística. Tú no necesitas aislarte del mundo para intentar ser bueno. Tú puedes continuar con tus actividades diarias, participando de la vida de tu comunidad, cumpliendo tus deberes de ciudadano, viviendo, en fin, como un ser humano normal y, sin embargo, teniendo la conciencia de que nunca estás solo. Jesús está siempre a tu lado, inspirando en ti los sentimientos más puros y nobles, en medio de las adversidades y dificultades que puedan aparecer.

Haz de este día un día de compañerismo con Jesús. Permite que el carácter de Cristo se refleje en ti, recordando que: "Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos será trastornada".

Alejandro Bullón

55. “Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?”


¿Cómo te va? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Sal. 77:13. “Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?”

Hacía varias horas que mi guía y yo caminábamos en silencio. Él iba adelante, abriendo el sendero con un machete en la mano. Yo iba atrás, medio desconfiado, porque lo veía mirar insistentemente para todos lados. De repente, se paró y respiró hondo. Casi dije: "No me diga que está perdido". Él me miró, sin demostrar mucha emoción: "Yo nunca estoy perdido" -dijo-o "Pero usted está confundido" -repliqué. Esta vez sonrió suavemente, como para inspirar confianza, y afirmó: "Yo soy el camino", y continuó andando.

Durante los años que fui misionero en la Amazonia, aprendí la importancia de seguir al guía. Es la única manera de sobrevivir a los peligros. Seguir al guía es indispensable. Él siempre sabe el camino.

En el versículo de hoy, Asaf descubre el camino de Dios. "Oh Dios, santo es tu camino", dice él. La palabra "santo" en el original hebreo es qadosh, que significa separado para un propósito especial. En la vida hay muchos caminos. Cada uno tiene un propósito diferente, pero el fin siempre es el mismo: la destrucción del ser humano. Pero entre todos ellos hay un camino especial, diferente, separado y consagrado para llevar al ser humano al deseado puerto de la felicidad. Dios quita de este camino todo aquello que distrae la atención. Por eso es un camino santo. Las personas que siguen ese camino son santas por su relación con el Dios Santo que los llamó.

No es fácil tener siempre conciencia de haber sido separado por Dios para vivir una vida de valores y principios espirituales. Solo, nadie conseguirá vivir la vida que Dios desea. Por eso, el salmista menciona también el poder. "¿Qué dios es grande como nuestro Dios?". La respuesta es obvia. Nadie. Ninguno de los dioses pequeños que la criatura fabrica será capaz de implantar en el corazón humano el principio de la santidad.

Haz de tu vida hoy una vida de entrega y consagración al elevado propósito que Dios tenía en mente cuando permitió que tú nacieras. Acepta su Consejo, sigue su camino. Nadie que hizo eso, fracasó en su vida. Antes de salir de tu casa, repite hoy: "Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande Como nuestro Dios?"

Alejandro Bullón

54. “Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres.”


Hoy quiero meditar contigo en Prov. 17:6. “Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres.”

El hombre de 60 años descubrió que tenía SIDA y casi enloqueció. Compró veneno para ratas, tomó una cantidad importante, y murió. Fue el fin de una historia triste, marcada por decisiones equivocadas. Encontraron el cadáver cinco días después. Había una nota al lado, que decía: "Tuve muchas oportunidades de aceptar a Cristo y lo rechacé. Hoy descubrí que tengo una enfermedad fatal. Vaya morir. A pesar de eso, siento que Jesús me llama, pero, ¿para qué entregarle el corazón si mi vida ya no vale nada?"

Este hombre tenía un hermano gemelo. Ambos tuvieron los mismos padres, recibieron la misma educación, se educaron en las mismas escuelas, y fueron amados del mismo modo. A los catorce años, uno aceptó a Jesús, el otro no. El primero vivió siguiendo los consejos divinos. Constituyó una familia feliz, tuvo tres hijos que son hoy profesionales exitosos, y Dios le dio cinco nietos. A los 80 años, ve que sus nietos son su corona y sus hijos su gloria. La promesa divina es una realidad en su experiencia.

Sin embargo, el hermano gemelo tuvo una vida y un final diferente: tres matrimonios fracasados, no tuvo hijos, y se suicidó al descubrir que tenía SIDA como resultado de la vida promiscua que llevaba. Tuvo muchas oportunidades de decidir y decidió de manera equivocada. Todos nos acercamos irremediablemente a la vejez. En la Biblia encontramos promesas maravillosas para aquellos que envejecen siguiendo las instrucciones divinas. Para éstos, cada etapa de la vida es especial y desde su sillón preferido pueden, un día, ver la familia que construyeron. La muerte no los asusta, porque tienen el corazón lleno de esperanza.

Hoy es un día propicio para evaluar el camino que tú recorres. ¿A dónde vas? ¿Quién orienta tus pasos? ¿Es tu vida el desarrollo instintivo del impulso y el fruto de tu esfuerzo, guiado por normas limitadas a este mundo, o es la obediencia a los principios de vida de un Dios que nunca falla? Responde te a ti mismo y recuerda: "Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres".


Alejandro Bullón

53. “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.”


¿Cómo estás? Mira lo que dice Sal. 139:14. “Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.”

¿Cuál es el tema de este salmo? El versículo anterior lo explica: "Porque ¿ tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre". Los verbos formar y hacer, sugieren un creador y una criatura, la obra de un maestro. Ahora piensa. Cuando tu computadora no funciona, ¿no la llevas inmediatamente al fabricante? ¿Quién mejor que él podrá explicar la razón del problema y arreglar el defecto?

¿Tú no eres feliz? ¿No te gusta el trabajo que haces? ¿Vas todos los días a tu trabajo solo porque necesitas sustentar a tu familia? En ese caso, tal vez tú estés en el lugar equivocado. Quizás todavía no descubriste cuál es el plan de Dios para tu vida. En el complicado panorama del universo, existe un lugar específico para ti. El salmo de hoy afirma que las obras de Dios son "formidables, maravillosas". Tú eres la: obra maestra de Dios. Entonces, ¿por qué las cosas parece que no funcionan en tu vida? Dios te creó con un propósito especial y te dotó con habilidades especiales para cumplir ese propósito, de modo que si tú no estás alcanzando ese objetivo, con seguridad es que algo anda mal.

Tal vez te preguntes: ¿Cómo puedo darme el lujo de buscar un trabajo que esté en armonía con mis aptitudes, si ya tengo que agradecer a Dios por el empleo que tengo? No te preocupes. Si tú te das cuenta que estás en el lugar equivocado, no presentes tu renuncia hoy. Acude a Dios. ¿No fue él quien te creó? Cuéntale lo que estás sintiendo. Comparte con él los motivos por los cuales no te sientes feliz. ¿No te comprendes a ti mismo? Busca a tu Creador. Busca a Jesús a través de la lectura de la Biblia, de la oración y de la meditación y, de repente, en el silencio de tus minutos con Dios, tú comenzarás a sentir paz interior y la convicción de aquello que debes hacer.

David afirma: "Te alabaré". Trata de hacer lo mismo. Alabar es reconocer a Dios como Creador, humillarse delante de él y agradecerle por la vida. Ese acto de loor te ayudará a quitar los ojos de ti mismo, de tus luchas, fracasos e incomprensiones, y contemplar la grandiosidad divina. Entonces el miedo, la tristeza, y la angustia desaparecen. Por eso, no salgas de tu casa sin decir: "Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien".


Alejandro Bullón

52. “El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo.”


Hoy es un nuevo día y el texto para tu inspiración es: “El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo.” Prov. 11:13.

¿Cómo reaccionas cuando descubres a una persona haciendo lo que no ¿ debe? ¿Se lo cuentas a todo e! mundo o te quedas callado diciéndote que ese no es tu problema? ¿Hablas con la persona en cuestión o la denuncias? En una encuesta que se hizo, la mayoría respondió que habla con la persona. Evidentemente, eso es lo ideal, pero la realidad es muy diferente. Basta contarle algo a una persona, y esa persona a otra, y en poco tiempo todo el mundo está enterado de! asunto. ¿Cuál es e! motivo por e! que la persona "hace correr" e! secreto? El adjetivo chismoso expresa la idea de un comerciante ambulante, que viaja de ciudad en ciudad, llevando sus productos a cambio de dinero. Desde esta perspectiva, e! chismoso espera vender más, ganar algo a cambio de las "novedades" que hacer correr. Inconscientemente, cree que es una ventaja mostrar que él "sabe" todo lo que pasa. Lo que no sabe, es que todos lo miran con pena y compasión, cuando no, con desprecio.

"El de espíritu fiel" actúa diferente. Debe fidelidad, primero a Dios y, después, a su conciencia. No podría quedarse callado ante algo que está mal. "Lavarse las manos" sería agredir sus propios principios de vida. Por tanto, busca a la persona en cuestión y habla con ella. Cuando dicha persona sabe que su "secreto" fue descubierto, pero percibe que e! que lo señala tiene amor, comprensión y deseos de ayudar, generalmente abre el corazón y cambia su comportamiento.

Todos somos ministros de Dios en este mundo. Fuimos llamados para reflejar su carácter. Cuando nos encontramos con los errores ajenos, la gente verá en nosotros o al acusador o al Redentor. Nuestras palabras serán vinagre o serán bálsamo que cura. Haz de este día un día de restauración. Hay mucha gente herida a tu alrededor, mucho más cerca de lo que te imaginas. Sé para ellas e! bálsamo que sana, e! agua que limpia, e! aceite que suaviza. La persona que saldrá ganando con eso eres tú, pero para eso, tú necesitas ir a Jesús y permitir que él inspire tus palabras.

Cree en Jesús a pesar de que las circunstancias que rodean tu vida hoy sean difíciles, y no te olvides: "El que anda en chismes descubre el secreto; mas el de espíritu fiel lo guarda todo".

Alejandro Bullón

51. “Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya.”


Mira! Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando en Sal. 150:6. “Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya.”

Este es el último salmo de la Biblia. Tiene 6 versículos. Igual que el Salmo 1. El primero es un salmo de bendición, y este último es un salmo de alabanza. La bendición y la alabanza van siempre juntas. No hay bendición sin loor y no hay loor sin bendición. En los 5 primeros versículos, e! salmista explica a quién, por qué y cómo debemos alabar. El acto de alabar es mencionado once veces.

El último versículo, que escogí para nuestra meditación de hoy, es una convocación a que "todo lo que respira' alabe al Señor. Esta invitación es una profecía, porque llegará e! día cuando todo ser que respira, aun aquellos que nunca quisieron reconocer a Dios como Dios, doblará sus rodillas ante e! Señor de los ejércitos.*

Esto se refiere al punto final de la historia de! pecado. La primera acusación de! enemigo contra Dios fue que Dios exigía la adoración de sus criaturas por motivos egoístas. "Adórenme a mí, y todo será diferente", dijo Lucifer, y muchos ángeles creyeron en él. Ese fue e! punto de partida de una historia que a lo largo de los siglos significó lágrimas, dolor, sufrimiento, traición, violencia y muerte. La lucha entre Cristo y Satanás es una lucha por causa de la adoración. El enemigo intentó desesperadamente, en e! transcurso de la historia, eliminar la adoración a Dios. Hoy afirma: "adora al sol, la luna, la tierra, los diamantes, cualquier cosa, inclusive adórate a ti mismo, menos a Dios". Y parece ser victorioso, porque la humanidad da la impresión de estar confundida en un laberinto de cosas para adorar.

La paciencia de Dios es grande. Él ama a sus criaturas. Cuando espera la adoración de sus hijos, no es porque él se nutra con la alabanza de! hombre. Es que e! hombre necesita alabado para ser completo. La criatura será hueca, vacía e infeliz, mientras no sea completa en Dios. Llegará e! día cuando la historia se acabará. El mal será extirpado definitivamente. ¿Estarás tú, en aquel día, entre los que voluntariamente lo adoran o entre aquellos que doblarán sus rodillas porque su destino está sellado para la destrucción? Haz de tu vida hoy, una vida de adoración. Canta, alaba y agradece, incluso en medio de! dolor.

La adoración es e! mejor remedio para la tristeza. Por eso, hoy, que "Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya”

* Cf. Fil. 2:10,11.

Alejandro Bullón

50. “No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte.”


Ahora a medite en Prov. 11:4 : “No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte.”

La expresión "el día de la ira" se menciona muchas veces en la Biblia. Se refiere al día final de la historia de este mundo. Al arreglo de cuentas del cual ningún ser humano podrá escapar. El universo tuvo un comienzo, es lógico que tendrá un fin.

Cierto día conversé con un grupo de adolescentes, que usaban las hojas de una Biblia para hacer cigarrillos de marihuana. El líder del grupo me dijo con soberbia: "La vida es mía y hago lo que quiero con mi vida". Era verdad. Podía hacer lo que deseara con la vida, pero eso de que la vida fuera de él, era mentira. La vida es un don confiado por Dios al ser humano. Junto con el don de la vida, Dios le confió también el don de la libertad. Somos libres para hacer elecciones y tomar decisiones, pero, tan ciertamente como estamos vivos hoy, tendremos que rendir cuentas de la manera como administramos la vida.

En el proverbio de hoy, el sabio Salomón advierte que en el día final habrá cosas que hoy valen, y que en aquel momento no servirán para nada. El dinero es una de ellas. Cuando Jesús estaba en esta tierra, preguntó: "¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?"* Esta es la pregunta que debe determinar nuestras prioridades. El dinero es bueno y necesario. Nadie tiene que sentirse culpable por tener dinero, como resultado del trabajo honesto. Las riquezas también son un don que puede hacer maravillas en este mundo, cuando son administradas con sabiduría.

El problema está cuando hacemos del dinero el gran objetivo de la vida. Cuando por causa del dinero el ser humano atropella los principios, olvida los valores espirituales y agrede su propia conciencia, allí es evidente que está en el camino equivocado. No es feliz en esta vida y se dirige peligrosamente a un final desastroso. Cuando el Señor llame a todos para el arreglo de cuentas final, será reprobado.

No tengas miedo de perder dinero por defender la justicia. Pídele a Dios sabiduría para establecer prioridades, en la familia, en el trabajo y en la vida en general. No mires solo lo que puedes palpar. Trata de ver más allá de las cosas materiales, porque: "No aprovecharán las riquezas en el día de la ira; mas la justicia librará de muerte".

* Mat. 16:26.

Alejandro Bullón

49. Amor Prohibido

Esta semana recibí la carta de una joven cristiana que mantiene, hace tres años, una relación amorosa con un hombre casado. Es una carta dolorosa. Ella siente que lo ama pero que ese amor, en lugar de hacerla feliz, la está destruyendo. Quiere que yo ore para que él se divorcie de la esposa y se case con ella. ¿Qué podría haberle dicho? ¿Qué Dios está triste y no acepta esa relación? ¡Claro que está! Pero la tristeza divina, no nace apenas del hecho de que ella está transgrediendo un mandamiento, sino de la realidad dolorosa de que ella no es feliz.

¿Sabes? El amor es algo que Dios te confió para que contemples las facetas desconocidas y lindas de la vida; para que te sientas viva e importante, para que tu autoestima se mantenga en un estado saludable, para que ve el mundo más lleno de colores y de melodías; para que tengas fuerzas y enfrentes sin miedo las tormentas de la vida. ¿Por qué? Porque el Amor viene de Dios. “Dios es amor,” dice Juan. Pero cuando el amor es confundido con la pasión, se convierte en un motivo de infelicidad y te sumerge en el caos interior, como en el caso de la joven que me escribe. La pasión, la ató a una persona que ya está comprometida y ella siente que en vez de ser feliz, se está destruyendo lentamente.

Pensemos más, en esta chica. Ella no se siente bien desempeñando el papel de amante, destruyendo a una familia, ni hiriendo el corazón de Dios. Tanto así que en su desesperación me escribe, pidiendo ayuda. Sin embargo, ella no se da cuenta de que el problema no radica solo en el hecho de que está haciéndole mal a Dios, y a los otros. Ella cayó en la red de un hombre casado y está condenada a sufrir grandes decepciones y a perder el respeto por ella misma. Porque en esta vida, nadie es valorado si no se valora a sí mismo y nadie puede ser feliz, si no está en paz con Dios y consigo mismo.

¿Qué es lo que lleva a esta muchacha a conformarse viviendo un “amor” que no es amor? ¿Cómo hace ella para olvidar que el hombre que dice amar pertenece a otra persona? ¿Puede alguien, como aquel “novio,” cambiar y no traicionarla a ella un día, como hoy, él está traicionando a la esposa? ¿Se puede confiar en un hombre así? Porque el amor se basa en la confianza mutua y en el respeto por el otro, y si no existen esas cosas no existe amor.

La chica que me escribe dice que comenzó esa relación porque tenía miedo de quedarse sola, pero ¿acaso relacionarse sentimentalmente con una persona casada, no implica que ella continuará sola, compartiendo apenas los pocos momentos que le sobren a él? En esta sociedad machista y existencialista en la que vivimos, generalmente, los hombres buscan un aventura fuera del matrimonio, solo para huir de la rutina del casamiento y justamente por eso, es difícil que un relacionamiento de esa naturaleza, tenga la posibilidad de ser algo serio y responsable. Sería volver al mismo estado de rutina del matrimonio.

Cuando la soledad te abruma o te entristece y te hace sentir que hay algo de errado en ti, porque todavía no encontraste una pareja, es inútil que te aferres a alguien que te va a usar como un objeto, haciéndote sentir aún más triste y más sola. El problema es que cuando una persona confunde pasión con amor, no quiere percibir que es usada, que sólo se la necesita para una cosa y que luego se prescinde de ella. Se conforma con unas migajas de afecto, mintiéndose a sí misma e ilusionándose con una fantasía que ocurrirá “un día,” que nunca llega..

Llego al fin de la semana tocado por la carta de esta joven. Podría haberle dicho que le ponga un punto final a esa situación, porque esa no es la voluntad de Dios, y tal vez, todo hubiera sido más fácil, pero sé que Dios no es un Dios egoísta que solo está preocupado con que los seres humanos le obedezcan, sino que Él es un padre amoroso que desea el bienestar de sus hijos. Y tú querida, eres una hija preciosa de Dios. No continúes hiriéndote, solo por “miedo de sentirte sola.” Al fin de cuentas, la soledad, no es apenas una condición, es un estado de ánimo. Viviendo sin Jesús, puedes sentirte sola, a pesar de tener la compañía de otra persona. Qué Dios te abra los ojos y te de fuerzas para que dejes de hacerte sufrir, queriendo ser feliz. Un abrazo.

Pastor Alejandro Bullón

48. “Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.”


¿Cómo te va? No hay nada mejor que empezar el día con un pensamiento bíblico. Escogí hoy Sal. 52:8. “Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.”

Doeg, hombre de confianza de Saúl, era edomita. Los edomitas, originarios de Edom, serían considerados más tarde enemigos de Israel. Doeg es un símbolo de la traición. Podría ser comparado con ciertas personas que hoy están a tu alrededor, dispuestas a clavarte un cuchillo por las espaldas.

En cierta ocasión, perseguido por el rey Saúl, David se escondió en Nob y fue ayudado por el sacerdote Abimelec. Doeg estaba allí y corrió llevando la noticia a Saúl. El resultado fue que Saúl mató a los sacerdotes de Nob. *

Este salmo fue escrito por David cuando se vio traicionado por Doeg. El salmista comienza diciendo: "¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso? [ ... ]Agravios maquina tu lengua; como navaja afilada hace engaño".**

¿Hay alguien que se siente poderoso por causa de su posición dentro de la empresa, y que con su lengua "maquina agravios" y urde planes de destrucción?

Mira cómo reacciona David ante esta circunstancia. Vuelve los ojos al Monte de los Olivos. El monte estaba lleno de olivos verdes y productivos, que resistían la intemperie y las dificultades del clima. "Yo soy como olivo verde", afirma el salmista. En la lengua original, el adjetivo "verde" no hace referencia al color. "Verde" significa más bien "floreciente, vigoroso, lleno de vida y de fruto". La belleza del olivo no estaba en su apariencia, sino en su productividad.

El mundo a su alrededor podía estar lleno de traición y calumnia, pero cuando David se refugiaba en Dios, se sentía como "un olivo verde". El secreto de la actitud victoriosa del salmista estaba "en la casa de Dios". ¿Quién será capaz de destruirte cuando estás protegido en las manos de Dios? La promesa que Dios te hace hoy, es que "la misericordia de Dios" será contigo "eternamente y para siempre".

Confiando en esta promesa, dirígete hoya donde debes ir, sin temor. Dios irá delante tuyo abriéndote las puertas y silenciando la boca de tus enemigos. Repite las palabras de David: "Porque yo estoy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre".

* Cf. 1 Samuel22.
** Sal. 52:1, 2.

Alejandro Bullón

47. “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?


Hoy quiero meditar contigo en Prov. 31:10. “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.”

Entró una noche en el camarín cuando me preparaba para hablar a miles de personas. Llegó con sus ojos tristes y la "deformidad física" que la atormentaba. Fue ella misma la que usó esa expresión. Me abrió su corazón y lloró. Me contó cuán fea se sentía cada vez que veía a una mujer bonita. "Los hombres tienen pena de mí", me confesó con lágrimas reprimidas.

La escuché. A veces es preciso decir todo lo que está guardado en el corazón y llorar, para sentir un poco de alivio. Para no morir envenenado por la amargura que corroe el alma. "Sueño, como toda mujer, en formar una familia, tener hijos, vedas crecer, pero estoy quedando cada vez más vieja, viendo mi sueño cada vez más distante", me dijo. No era fea, como pensaba. Sus ojos parecían una laguna azul en un día de sol. La sonrisa tímida que se esforzaba por esconder, se asemejaba a un bello crepúsculo, asfixiado por las sombras de la autocompasión.

"Todo está mal conmigo", dijo, refiriéndose a su cuerpo. Era verdad. Todo esta mal. No con su cuerpo, sino con su alma. Presionada por los valores que los medios de comunicación imponen, vivía prisionera de sus verdugos interiores, que sentenciaban: "Fea". Ella medía su valor por normas estéticas. Ignoraba el proverbio de hoy: "Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas".

El adjetivo "virtuosa" significa una mujer de carácter, de fuerza espiritual, de habilidad. Esta no es solo una rosa perfumada que se marchita con el tiempo, es la roca que soporta los castigos del mar y del viento y, sin embargo, permanece altiva, segura de que su belleza excede los valores efímeros que los años se encargan de borrar. El capítulo 30 de Proverbios termina diciendo: "Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada". Temer al Señor es buscado todos los días. Es depender de él y confiar en él. Al vivir en comunión con la fuente de la fuerza espiritual, que es Jesús, todo ocupa su lugar exacto en el panorama de la vida. Ya nada perturba ni incomoda, ni envenena el espíritu. Esto vale también para los hombres.

Por eso, recuerda hoy antes de salir de tu casa, el proverbio que dice: "Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas".

Alejandro Bullón

46. “No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí.”


Mira lo que dice Sal. 38:21 “No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí.”

Aquella trágica tarde en el Edén, Dios no se entristeció porque Adán y Eva habían comido un fruto, sino por lo que la desobediencia representaba. Los hijos amados, que antes corrían felices a los brazos del Padre, esta vez se escondieron de él. El pecado había creado un abismo de separación entre el Creador y la criatura. Esta es la consecuencia más cruel del pecado. Y hace que el ser humano viva únicamente preocupado con la exterioridad del cristianismo.

A partir de aquel día, la humanidad comenzó su caminata solitaria por el desierto de la vida. El tiempo se encargaría de mostrarle cuán triste es vivir separado de Dios. La separación produce desintegración, y la desintegración, la muerte.

En este Salmo 38, David describe las consecuencias visibles del pecado, y llora: "No hay nada sano en mi carne, a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado". * Es que el pecado afecta la vida física del hombre. Le quita el deseo de vivir, deseo que genera las endorfinas que alimentan las células del cuerpo. La vida pierde sentido. La criatura deja de vivir, apenas existe.

"Hieren y supuran mis llagas, a causa de mi locura", continúa diciendo el salmista. * Su lamento describe lo que la conciencia es capaz de hacer en la mente del pecador. "¿Cómo pude hacer esta locura?", se desespera el pobre pecador, luego que la fascinación de la tentación acaba. Pero ya es tarde. Las consecuencias sociales del error aparecen como "flechas" que hieren el alma. "Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga, y mis cercanos se han alejado". *

Tristeza, desolación. Abandono. Autocondenación. Cuchillos afilados que hieren hasta sangrar. David sabía muy bien lo que era eso. Pero, de todo el salmo, escogí apenas el versículo 21: "No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí". ¡Ah, corazón rebelde! Cuando las luces cegadoras de la tentación vengan a tu vida, piensa un poco en el mundo frío y oscuro que envuelve el corazón a causa del pecado, mira para arriba y clama con todas las fuerzas de tu ser: "No me desampares, oh Jehová; Dios mío, no te alejes de mí".

* Sal. 38:3,5,11.

45. “Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.”


Mira! Lo mejor que puedes hacer es empezar el día meditando em Sal. 48:1. “Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.”

¿Cuan grande es tu Dios? A muchos les gustan los dioses pequeños. Marionetas que pueden dirigir. Dioses que aprueben lo que la criatura hace y que estén siempre a su servicio. Los hombres se sienten bien con ellos.

Este tipo de dios hace mal. Puede calmar la conciencia así como un comprimido calma el dolor de muelas, por un instante, pero no cura. Es un simple paliativo, un apósito que cubre una herida infectada. Son dioses de mentira. Pura ilusión. Simple "energía", "luz" o "aura". Pero, el salmo de hoy nos habla de un Dios grande, soberano y personal. El salmista no trata de definir a Dios. Solo lo describe. Así son las cosas con Dios. Tú puedes aceptado o rechazado. Eres libre. Pero, si no lo aceptas, no por eso cambia la existencia divina ni sus propósitos. Él continua siendo Dios, soberano y eterno.

¿Por qué debe el Señor ser alabado? Porque existe una relación personal entre él y sus criaturas. No es un Dios ausente. No desaparece ni se "lava las manos". No es únicamente una fuerza, sin personalidad. "Dios es amor".* Dios creó al ser humano por amor. Por amor compartió su vida y ante ese hecho, la criatura se siente bien, se siente cómoda y siente el deseo de enaltecer su nombre, de celebrar, cantar, glorificar. Eso es justamente lo que significa la palabra hebrea halal, que en castellano se traduce como "alabanza".

Hay otro pensamiento en el versículo de hoy. Debemos alabado "en la ciudad de nuestro Dios". Cuando este salmo fue escrito, Jerusalén era considerada la "ciudad de Dios". Por tanto, esta invitación es para que lo alabemos en la iglesia. Hay algo especial cuando los hijos de Dios se reúnen para alabar. La alegría de uno pasa al otro. El espíritu de adoración es contagioso. Puede ser que tú estés cargando un problema, o te sientas triste y afligido, pero cuando entras en la "casa de Dios" y te congregas con los otros adoradores, repentinamente comienzas a dar te cuenta que tu Dios es grande.

¿ y para qué todo esto? ¿Solo para que Dios se sienta bien? No, el que pasa a sentirse bien eres tú, porque si tu Dios es grande, no hay problema que no pueda resolver. Haz una prueba: Asiste a la iglesia, alaba al Señor y verás que la vida es más fácil de ser vivida. Y no te olvides hoy que "grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios".

Alejandro Bullón.

44. “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.”


Hoy es un nuevo día y el texto para tu inspiración es: “Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.” Prov. 3:3.

Es de madrugada en la ciudad de San Luís, Argentina. Ayer a la noche vi una escena conmovedora. Julio fue bautizado y la esposa no lo sabía. Fue una sorpresa, porque durante años él rechazó a Jesús. Las 800 personas que estaban en el teatro para oír la exposición de la Palabra de Dios, quedaron emocionadas.

Hoy ya es otro día. Todavía no salió el sol de la ventana del hotel contemplo la ciudad. Dentro de poco, miles de personas iniciarán las actividades del día. Al final de la tarde, unas volverán victoriosas, y otras derrotadas. La vida es así. Pero, podría haber sido de otro modo, porque Dios estableció principios para una vida productiva y feliz. Uno de esos principios está en el proverbio de hoy. El sabio se refiere a los consejos divinos, como misericordia v verdad. Ambas palabras podrían ser traducidas también como benignidad y fidelidad. El consejo de Salomón es que esas enseñanzas deben ir atadas al cuello y escritas en el corazón.

Los judíos tomaban este consejo literalmente. Araban miniaturas de las tablas de la ley al cuello, de modo que cada vez que se movieran pudieran ver aquel símbolo de los consejos de Dios y recordasen que la obediencia o desobediencia a esos consejos determinaría el triunfo o la tragedia de la persona. Es triste observar que el ser humano por naturaleza es formalista. Le da mucha importancia a las cosas que se ven v descuida las que no se \,en. Ara los consejos al cuello, pero no los escribe en el corazón. Por eso, un día Dios dijo: "Este pueblo de labios me honra, pero su corazón está lejos de mí".'

No hay nada más destructivo que el formalismo. Vivir las apariencias. Cumplir todo en público, pero no vivir la verdad es perjudicial y destructivo. Además de no funcionar, conlleva el trauma de la incoherencia que desequilibra la vida interior. Ya amanece. En el horizonte veo el sol. Este es un nuevo día y como todo ser humano desea ser feliz, por eso le pido a Jesús que el consejo de Salomón sea una realidad para mi "Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de ni corazón".

43. Más Allá de La Tormenta

Domingo, 20 de Setiembre de 2009 Amanece hoy viernes aquí en Martinsville, en el interior del estado de Virginia. NO hay sol. Mejor dicho, sí hay sol, pero yo no lo puedo ver porque una neblina pesada no me permite verlo. ¿Cómo podría no haber sol? El sol siempre está allí, en el mismo lugar. No cambia nunca, pero a veces el clima es ingrato, las condiciones atmosféricas parecen fieras asustadoras, nubes negras, truenos y relámpagos envuelven la tierra; o una neblina densa, como la de hoy lo deja todo sombrío.

Sentado frente a la computadora, miro a través de la ventana y al ver el día triste y ceniciento, me viene a la mente el tema de este blog. Hay días así en la vida. Te levantas, miras por la ventana del alma y no ves a Dios. Pero Dios está allí, en el mismo lugar, más cerca de lo que puedes imaginar, solo que las circunstancias son tan adversas que no puedes verlo, y te sientes triste, con una tristeza que duele y se transforma en temor. Como si Dios te hubiese abandonado o no se importase con tu dolor. ¿Qué te puedo decir? Muchas veces en mi vida también hay días sin sol. Soy humano y por más que busco a Dios, hay ocasiones en que me siento andando en medio de la neblina. Pero yo sé que Dios está allí, solo que quisiera verlo y tocarlo. Eso es parte de nuestra humanidad, ¿sabes? Solo creemos en las cosas que nuestros ojos ven y que nuestras manos tocan. Por eso necesitas aprender a administrar tu humanidad, a convivir con ella sin darle mucho crédito cuando te hace pensar que estás solo.

En este momento pueda ser que tu vida esté envuelta de neblina densa. Tú humanidad puede hacerte sentir que Dios te abandonó. Pero recuerda lo que un día dijo Jeremías: “Engañoso es el corazón y perverso, ¿Quién lo entenderá?” Entonces, no le creas a tu corazón. Cree en las promesas de Dios. Cuando las cosas no salen como quieres, cuando todo te parece sombrío y el barco de tu vida parece naufragar, mira más allá de la tormenta. Por encima de las nubes, no solo brilla el sol, sino que Dios controla el universo, y con toda seguridad, está también, en el control de tu vida. Hasta la próxima.
 
Pr. Alejandro Bullon

42. “Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.”


“Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.” Sal. 59:16.

Muchas veces David vio su vida amenazada. Muchas veces pasó por circunstancias en las que sentía que había llegado al fin. Desde el punto de vista humano, no había solución. Esta era una de esas circunstancias.

La noche estaba oscura. Afuera, los guardias, como perros rabiosos, vigilaban atentamente la casa de David. La orden de Saúl era: "No lo dejen escapar, mañana Yo mismo lo ejecutaré". "Pero Mical, su mujer, avisó a David y lo descolgó por una ventana, ti, él escapó"; Puedes imaginarte la ira de Saúl, al descubrir que la presa había escapado?

Leyendo la historia, tal como es narrada en 1 Samuel 19, tú podrías llegar a la conclusión de que la fuga del salmista fue el resultado de la viveza de su esposa Mical. Así somos los seres humanos. Tan pronto como salimos de una circunstancia difícil, pensamos "qué suerte tuve—, "escapé por poco". Instintivamente damos el crédito de la liberación a las personas, circunstancias o cosas.

David hizo diferente. El dice: "Cantaré de tu poder". Se está refiriendo al poder divino. Aquel amanecer podría haber sido el más trágico de su existencia. Cuando la luz del nuevo día despuntaba en el horizonte, podría estar muerto V, sin embargo, estaba vivo y lejos de la furia de sus enemigos. Por eso, añade: `... alabaré de mañana tu misericordia...".

Cada amanecer es un regalo de la misericordia divina. La noche puede haber sido oscura v tenebrosa, llena de peligros y violencia. Pero el sol siempre sale, trayendo alegría, esperanza y la perspectiva de una nueva oportunidad. Tu has sido mi amparo N, mi refugió'. El salmista agradece. No dice: "tuve suerte—, sino tu has sido mi amparo" Su experiencia es personal. El sol de un nuevo día puede salir para el mundo, pero la pregunta es, salió para ti? ¿Es Dios tu refugio, tu fortaleza, tu amparo en el día de "tu angustia"?  un Dios personal puede resolver el drama que tú vives y que nadie comprende. Esto es salir del convencionalismo, de la rutina y de la monotonía v entrar en la dimensión de la intimidad con tu Dios.  Tu matrimonio está aparentemente condenado al colapso? ¿Está todo oscuro a tu alrededor? Canta hoy con David: "Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana ni misericordia; porqué has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia".

Alejandro Bulón

41. “Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella.”


Hoy quiero meditar contigo en Prov. 2:21. “Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella.”

El sueño de Israel era heredar la "tierra". Para ellos, la "tierra" era Canaán el lugar que Dios había prometido otorgar a Abram y a su descendencia. Pero cuando Salomón escribió este proverbio, los hijos de Israel ya habitaban en Canaán. Jerusalén era la capital. Por tanto, la promesa que estudiamos hoy, se refiere a otra "tierra", y no simplemente a esta tierra. El salmo se refiere a otro mundo mejor, adonde el pecado no llevó los flagelos del dolor y la tristeza.

En este mundo hay lágrimas, tragedias y muerte. La sabiduría que Dios le ofrece a sus hijos no es un antídoto contra esas cosas, sino la habilidad de lidiar con ellas y salir victoriosos. Jesús mismo dijo: "En el mundo tendréis aflicción..."* Pero, aunque los que siguen los consejos divinos tienen la habilidad é, administrar los problemas de esta vida, el plan final de Dios es llevarlos a u: mundo mejor. "Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más... Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor; porque las primeras cosas pasaron".**

En el consejo de hoy, Salomón presenta la integridad como resultado d, una vida sabia y como requisito para experimentar, aun en esta vida, parte d; las bendiciones prometidas por Dios. Integridad viene de la palabra entero. El todo sin una parte no es íntegro No es posible para el ser humano ser feliz, dividiéndose antes las circunstancias de la vida. Dividirse es ausencia de compromiso y produce desintegración.

Querer andar por dos caminos al mismo tiempo es una imposibilidad, además de una tontería. La ambigüedad destruye y mata. Mata los sueños, los valores y los principios. Y sin principios no existe vida. Son ellos los que, sustentan la existencia. Imagina por ejemplo, el caos que habría si no existiera el principio de la gravitación.

La pregunta de hoy, es: ¿Soy coherente? ;Hay armonía entre mis palabras,, mis actos? ¿Hay integridad en mi proceder? ¿Estoy yendo a una tierra mejor, o estoy tratando de ir, pero en realidad no estoy yendo? Esa es la clave: "Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella".
* Juan 10:33. *' Apoc. 21:1, 4.

Alejandro Bullón