Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades. Si pierden su conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. OE17
lunes, 20 de mayo de 2019
ÁNGELES. El corazón de Dios suspira por sus hijos terrenales con un amor más fuerte que la muerte. Al dar a su Hijo nos ha vertido todo el cielo en un don. La vida, la muerte y la intercesión del Salvador, el ministerio de los ángeles, las súplicas del Espíritu Santo, el Padre que obra sobre todo y por todo, el interés incesante de los seres celestiales, todos son movilizados en favor de la redención del hombre…. ¿No apreciaremos la misericordia de Dios? ¿Qué más podía El hacer? Entremos en perfecta relación con Aquel que nos amó con amor asombroso. Aprovechemos los medios que nos han sido provistos para que seamos transformados conforme a su semejanza y restituídos a la comunión de los ángeles ministradores, a la armonía y comunión del Padre y del Hijo. CC 21, 22
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario