domingo, 10 de febrero de 2013

REFLEXIÓN 29.- Viviendo y Sembrando Para El Futuro


Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días malos y vengan los años en que digas: «No encuentro en ellos placer alguno» NVI Eclesiastés 12:1 

 El sabio Salomón nos deja las pautas de cómo el joven puede prevenir, amarguras y tristezas en el futuro. Acuérdate. Definitivamente cuando dice acuérdate esta dirigiéndose a jóvenes cristianos que creen en Dios; y que por algún motivo estarían en peligro de olvidar de donde deriva el éxito, la dicha duradera. Sobre todo la paz. 

Siempre que enseño estos temas, les remarco a mis oyentes que las decisiones son vías de un solo sentido no hay marcha atrás. 

A veces escucho a los jóvenes hablar entre ellos mientras caminan por las calles; “estamos matando el tiempo” lo escuché cuando fui joven y lo sigo escuchando de viejo. Nada ha cambiado la forma cómo ve el joven su vida y por ende su futuro. 

En los ochenta veía en los micros y las calles gente mendigando, ahora los sigo viendo. A pesar del crecimiento económico; entonces concluyo que no depende de nadie más que de ti mismo oh Joven. La diferencia es si serás sabio en aprovechar el tiempo y estudiar y estudiar para tener un mejor mañana, o te dejaras arrastrar por la corriente mediocre de esta sociedad, que hace del joven un individuo sin sueños ni ambiciones, y cuando despiertan a su realidad están con responsabilidades que no pueden costear.

 “No mates el tiempo, Aprovéchala” por eso acuérdate de tu creador, porque él es el único que te puede habilitar para triunfar en la vida. 
Dios te bendiga y te de las fuerzas. 
                                                                                    

Con Afecto: Pio Pablo Huamán Julca

viernes, 8 de febrero de 2013

REFLEXIÓN 28.- Gracias Señor…


Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. (1Tesalonicenses 5:18 R60) 

A veces cuando nos pasa algo triste, problemas, la salud falla, no tenemos trabajo, líos en casa…etc. normalmente pedimos a los hermanos y amigos en la fe, que oren mucho por nuestro caso. Y por la gracia de Dios se obra un milagro y luego estamos felices, vuelve la paz y caso cerrado hasta la próxima.

Pero pocas veces le agradecemos por su grande amor manifestado en nosotros, y uno se siente bien cuando le devolvemos el favor con un agradecimiento. Jesús daba gracias siempre en todo lo que hacía, y los apóstoles también. En toda la biblia encontramos muchos agradecimientos.

En mi vida cristiana que son cerca de tres décadas, he visto muchos milagros, milagros de jóvenes, adultos que los médicos ya lo habían desahuciado, pero al ponerse en las manos de Dios fueron curados.

Recuerdo el caso de Guillermo, cuando lo conocí después que el Pastor hizo el llamado a entregar la vida a Cristo, mientras los atendía, llegó el turno de este joven. Y le pregunte quien era y porque había salido al llamado, es una pregunta de rigor para poder conocerlos más… y me dijo que ya por mucho tiempo andaba lejos y era tiempo de volver, que había profesado la fe anteriormente y lo había dejado, pero mientras conversábamos noté que él se cubría la cabeza con un gorro, luego me dijo que tenía cáncer a los ganglios y estaba desahuciado. Le dije que debería entregar totalmente su vida al Señor por medio del Santo Bautismo. Le pregunte si estaba de acuerdo y el acepto y fue bautizado el sábado siguiente.

Su nombre fue llevado a la iglesia para que oraran por su mal. Y le dije que atacaríamos su mal por dos frentes: medicamente y espiritualmente. Entonces prosiguió su tratamiento… después de un año lo vi ya con cabello y barba, ya que por la quimio estaba sin pelo… y le pregunte una vez más como estaba su salud, y me dijo que está curado y el cáncer había retrocedido. Que se volvía a su tierra y volvería de cuando en cuando al chequeo de rutina. Han pasado cerca de cuatro años, Guillermo sigue vivo y sobretodo sano. Ese es el grande y compasivo Dios que tenemos.

Cuando los casos se dan lejos de uno, bueno uno trata de ser un buen maestro guiándolos al Señor. Pero otra cosa es cuando el caso se da en tu casa y toca tu vida directamente.

Eran las 12.15 pm. Del día 2 de Febrero del 2013. Recibí la llamada de mi hijo mayor que me comunicaba que Jair mi nieto de dos años y medio estaba entrando a cirugía. Le dije que estaría orando. Luego como a las 3 de la tarde me comunica que todo había salido bien. Hasta ahí todos felices y contentos, pero seguíamos orando.
Como ala 5.40 de la tarde me llama mi hijo triste y con lágrimas que mi nieto había entrado en coma y que los médicos daban pocas esperanzas de que sobreviva. Fue traumático y triste, solo atine a decirle que se calmara que era normal que su cuerpecito reaccionara así.

Después de pedir a los hermanos y amigos que oraran por mi nieto. Desde esa hora hasta pasados las ocho de la noche oré con tanto fervor y por otro lado con un sentimiento extraño en mis ser, entre otras palabras le decía Señor que no mire nuestras rebeliones y pecados, solo que su compasión y misericordia se sobreponga, quizá yo podría superar la perdida, pero mi hijo no, aun es joven, quedaría marcado con ese trauma. No Señor bendito… toma mi vida y preserva la vida de mi nieto… así continúe… y la oscuridad era fuerte… hasta que sobrevino una calma y una paz. Que solo puede venir de Dios, me levante y le dije a mi esposa con una certeza única ¡Jair no morirá¡.

Así pasaron varios días difíciles pero la certeza estaba fija…después recibimos la noticia el martes 5 de febrero. Que había despertado y estaba bien. Agradecí al Dios compasivo y misericordioso. Y a todos los que me apoyaron. Fue la tarde más linda que tuve.

Al escribir estas líneas es jueves 11.34pm, mi nieto se recupera favorablemente. Gracias bendito Dios, que tuviste compasión y misericordia de mi familia. Gracias Señor.

Con afecto: Pio Pablo Huamán Julca 

martes, 5 de febrero de 2013

206. Limpio Corazón‏


Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. 
San Mateo 5:8. 

Eugenio cerró el libro que leía, una novela de crimen, sexo y sangre. Se levantó del sofá, frente a la hoguera, se dirigió hacia la ventana y la abrió, para ver qué era lo que sucedía allá afuera. 

El perro ladraba con insistencia. Su rostro, caliente por el ardor intenso de los leños, sintió el aire helado de la noche de invierno. Llamó a su perro, un pastor alemán. El animal se acercó al amo y volvió, ladrando, hacia el pequeño bosque del lado. 

–¿Quién anda ahí? 

El grito de Eugenio quebró el silencio de la noche. La única respuesta que obtuvo fue un fuerte gruñido del perro, que corría, enloquecido, acercándose al bosque. Eugenio quedó por un momento estático, pensando qué hacer. Sus ojos reflejaban miedo. Había oído tantas historias de asaltos; y él estaba solo aquella noche. Quiso, entonces, pensar en Dios, pero su mente, contaminada por la historia que estaba leyendo, solo daba lugar al miedo; y su corazón temblaba. Involuntariamente, empezó a ver las escenas de violencia relatadas en la novela, y se sintió más solo y desamparado que nunca. 

¿Qué tiene que ver esta historia con el versículo de hoy? 

El texto habla de un corazón puro. Jesús dijo, en el Sermón del Monte, que los que tienen el corazón puro son felices. 

Eugenio no tenía el corazón puro en aquel momento. Acababa de colocar basura en su mente. Sus temores, aquella noche, no provenían del bosque ni del ladrido desesperado de su perro, sino de su mente y de las escenas de horror y sangre que acababa de colocar en ella. Su corazón estaba contaminado, y él no podía ver a Dios cuando más lo necesitaba. 

La palabra “puro”, en el original griego, es kataros, que significa, entre otras cosas, “que no tiene mezcla”. Como el aceite, que no contiene agua. 

¿Qué sucede si colocas en tu mente cosas buenas y cosas malas, al mismo tiempo? 

Tu mente deja de ser kataros; se vuelve agua envenenada. Entonces, al llegar el momento difícil, el agua no calma tu sed; está contaminada y puede provocarte la muerte.
 Jesús desea lo mejor para ti. Quiere que seas feliz y camines diariamente sin temor. Por eso, te aconseja que no contamines la fuente de tu corazón. 

Sal de casa hoy, dispuesto a colocar solo cosas buenas en tu mente. No lo olvides: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios”.
  Alejandro Bullón