A Jehová presta el que da al pobre,
Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.
(Proverbios 19:17).
Presta. La atención de los pobres en Israel, en contraste con el manifiesto descuido en que se los tenía en otras naciones, es una evidencia de la revelación divina dada a los israelitas.
Es notable la idea de que la atención que se presta a los pobres hace que Dios sea nuestro deudor. Concuerda esto con la enseñanza de Cristo, de que socorrer a los pobres es como ayudarlo personalmente a él (Mat. 25: 40; cf. Prov. 11: 24; 28: 27).
*El que ayuda inteligentemente a los necesitados no empobrecerá, pues Dios considera que todo lo que se hace a favor del pobre y necesitado es como si se hiciera a la persona de él (caps. 11: 24-26; 19: 17). El egoísmo, por naturaleza, trae maldición, sin contar lo que Dios pueda hacer para manifestar su desagrado (Hag. 1: 9-11). En esta forma, los pobres descuidados indirectamente amontonan más de una maldición sobre la cabeza del que pasa por alto la necesidad de ellos. 3CBA
"Se requiere de los administradores,
que cada uno sea hallado fiel”. *1 Cor. 4:2.
Si la honradez es un principio esencial en los negocios,
¿no hemos de reconocer nuestra obligación hacia Dios,
obligación en la que se basan todas las demás?
De acuerdo con las condiciones en que se funda nuestra mayordomía, tenemos obligaciones, no sólo con Dios, sino con los hombres. Todo ser humano está en deuda con el amor infinito del Redentor por los dones de la vida. El alimento, el vestido, el abrigo, el cuerpo, la mente y el alma, todo ha sido comprado con su sangre. Y por la deuda de gratitud y servicio que nos ha impuesto, Cristo nos ha ligado a nuestros semejantes. Nos ordena: "Servíos por amor los unos a los otros”. *Gal. 5:13.
"En cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños,
a mí lo hicisteis”. *Mt. 25:40.
"A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios
-declara Pablo- soy deudor”. *Rom. 1:14.
Lo mismo ocurre con nosotros. Puesto que nos ha bendecido más que a los demás,
somos deudores de todo ser humano a quien podamos beneficiar.
Estas verdades tienen que ver no sólo con la cámara privada, sino con la oficina de contabilidad también. Los bienes que manejamos no nos pertenecen, y jamás estaremos seguros si perdemos de vista este hecho. Somos sólo administradores, y del cumplimiento de nuestra obligación hacia Dios dependen tanto el bienestar de nuestros semejantes,
como nuestro propio destino en esta vida y la venidera.
"Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero 140 vienen a pobreza". "Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás".
"El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado”.
*Prov. 11:24; Ecl. 11:1; Prov. 11:25.
*El que invierte de este modo, acumula un doble tesoro. Además de lo que, aunque lo haya aprovechado sabiamente, deba dejar al fin, acumula riqueza para la eternidad: El tesoro del carácter, que es la posesión más valiosa de la tierra y el cielo. ED 139-140, 141
Ministerio Hno. Pio
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