viernes, 10 de febrero de 2012

REFLEXIÓN 5.- ¿Qué Clase de Semilla, Estas Sembrando?


Y les habló muchas cosas por parábolas. Les dijo: "Un sembrador salió a sembrar. "Mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino. Y vinieron las aves y la comieron. "Parte cayó entre piedras, donde había poca tierra. Y brotó pronto, porque la tierra no era profunda. "Pero al salir el sol, se quemó y se secó, porque no tenía raíz. "Parte cayó entre espinos, que crecieron y ahogaron la semilla. "Pero parte cayó en buena tierra, y dió fruto. Algunos granos dieron cien granos, otros sesenta y otros treinta. "El que tenga oídos, oiga". (San Mateo 13: 3-9).

De niños ayudábamos a nuestro Padre a sembrar después que llegaban las lluvias, pero nunca lo vi sembrar como el sembrador de la parábola, que echaba la semilla a diestra y siniestra, sino que habríamos surcos y ahí echábamos las semillas, y no perdíamos ni una semilla. En Oriente las costumbres de sembrar eran así. Y Jesús tomaba ejemplos de algo que era conocido por sus oyentes, y sacaba lecciones prácticas de cómo grabar en la mente y la conciencia de sus oyentes.

Esta parábola nos enseña de cómo reacciona cada persona ante la verdad, y además que existe un actor adicional, que está interesado en que la verdad no llegue pura al corazón del profeso hijo de Dios. y además tiene su propia semilla, no está preocupado en sembrar en su campo, porque ya los tiene seguros; solo en el campo de Dios, de los que buscan escuchar y obedecer la voluntad de Dios. Esta vigilante quienes quieren salirse de sus filas.

Cada día se siembra en nuestra mente, la semilla de la verdad o la semilla de la mentira. A veces voluntariamente por los programas de Tv. Periódicos, Que vemos, leemos y otros medios, como la música, Internet, juegos de video, videos espiritistas, sensuales, de violencia, de vanidades, y amistades, … que a la larga dan frutos. Y esos frutos son la semilla que uno de los sembradores sembró.

Por ejemplo cuando educamos a nuestros hijos en el temor de Dios, éste poder siniestro está también educándolos. Y los resultados lo vemos cuando crecen y toman decisiones, muchas veces lejos del temor de Dios. Aunque en estos casos aún hay esperanza de que en algún momento retomen el camino.

El mensaje de la parábola de hoy, va más allá, el enemigo aparte de hacerte la vida complicada, esta su meta fija en tu perdición eterna, por eso lucha cada día en que no te prepares hoy en buscar lo eterno y duradero.

Cuando Dios siembra en ti la semilla de la verdad, está presto a distraerte con algún pasatiempo, o problemas que no faltan, y consigue su propósito, en la mayoría de los casos. Por eso nuestra oración debe ser siempre: Señor ayúdame a ser el terreno bueno que da frutos abundantes y ser sensible a la voz de tu Espíritu. Porque la advertencia del Señor es: "El que tenga oídos, oiga". Dios te bendiga

Pio Pablo Huamán Julca

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