…y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho.
¡Quien diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! (Deuteronomio 5: 28,29).
Pero es solo un espejismo, imposible en este mundo real. Es necesario imprimir la palabra de compromiso en un papel, sello, firma …etc.
Volviendo a nuestro tema de hoy, el pueblo de Israel prometió oír y obedecer todo lo que Dios mandara, el versículo 27 del capítulo en mención dijo el pueblo: “Acércate tú (Moisés), y oye toda las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos”.
Pero no escucharon ni obedecieron la voz de Dios, al contrario permanentemente se rebelaron, por cada obstáculo que encontraron en su camino a la tierra prometida.
En obedecer los mandamientos de Dios, está la prosperidad total, El Señor dice en Isaías 48: 17-19. “Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. ¡Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar. Fuera como la arena tu descendencia, y los renuevos de tus entrañas como los granos de arena; nunca su nombre sería cortado de mi presencia”.
El sueño de Dios, siempre fue: “Sí, atendieran mis mandamientos, si lo guardaran, siempre les iría bien”
Mi querido amigo, amiga, existen leyes que Dios ha establecido en observarlos esta la paz, la salud, y por ende la prosperidad y la felicidad… lo dice Dios en persona. Y puedes preguntarte ¿Cuáles Leyes? Buenos está La principal Ley: Los diez mandamiento o el decálogo (Éxodo 20: 3-17); De salud (Levíticos 11); Leyes civiles (Éxodo 21-23), la leyes rituales o ceremoniales quedaron sin efecto después de la muerte de nuestro Salvador Jesucristo.
Jesús enseñó como obedecerlo de una manera clara y sencilla. Entre algunos de los textos bíblicos, podemos destacar San Mateo Capítulos 5, 6,7…
En conclusión Dios quiere siempre que nos vaya bien en todo, porque su sueño es: “¡Quien diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre!” Hno. Pio