Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades. Si pierden su conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. OE17
miércoles, 1 de febrero de 2023
02. REFLEJEMOS A JESÚS “EN LA OBEDIENCIA DE LA LEY MORAL” (EGW). AUDIO. Muchos maestros en religión aseveran que Cristo abolió la ley por su muerte, y que desde entonces los hombres se ven libres de sus exigencias. Algunos la representan como yugo enojoso, y en contraposición con la esclavitud de la ley, presentan la libertad de que se debe gozar bajo el Evangelio. Pero no es así como los profetas y los apóstoles consideraron la santa ley de Dios. David dice: "Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos" (Salmos 119:45). El apóstol Santiago, que escribió después de la muerte de Cristo, habla del Decálogo como de la "ley real", y de la "perfecta ley, la de la libertad" (Santiago 2:8; 1:25). Y el vidente de Patmos medio siglo después de la crucifixión, pronuncia una bendición sobre los que "lavan sus ropas [o "guardan sus mandamientos"], para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad" (Apocalipsis 22:14).
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