Los ministros del Evangelio, como mensajeros de Dios a sus semejantes, no deben nunca perder de vista su misión ni sus responsabilidades. Si pierden su conexión con el cielo, están en mayor peligro que los demás, y pueden ejercer mayor influencia para mal. Satanás los vigila constantemente, esperando que se manifieste alguna debilidad, por medio de la cual pueda atacarlos con éxito. OE17
viernes, 24 de enero de 2020
17. LA MISIÓN DE JESÚS.
Mirando
la escena, Cristo dijo:
"He aquí,
el sembrador salió a sembrar. Y aconteció sembrando, que una parte cayó junto
al camino; y vinieron las aves del cielo, y la tragaron. Y otra parte cayó
en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y luego salió, porque no
tenía la tierra profunda: mas, salido el sol, se quemó, y por cuanto no tenía
raíz, se secó. Y otra parte cayó en espinas; y subieron las espinas, y la
ahogaron, y no dio fruto. Y otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, que
subió y creció: y llevó uno a treinta, y otro a sesenta, y otro a ciento". Marcos 4:3-8.
La misión de Cristo no fue entendida por
la gente de su tiempo. La
forma de su venida no era la que ellos esperaban. EL SEÑOR Jesús era el fundamento de todo el sistema judaico. Su imponente ritual era
divinamente ordenado. El propósito de él era enseñar a la gente que al tiempo
prefijado vendría Aquel a quien señalaban esas ceremonias.
PERO LOS JUDIOS habían exaltado las formas y las ceremonias, y habían perdido de vista su objeto. Las tradiciones, las máximas y los estatutos de los hombres ocultaron de su vista las lecciones que Dios se proponía transmitirles. Esas máximas y tradiciones llegaron a ser un obstáculo para la comprensión y práctica de la religión verdadera.
Y CUANDO
VINO LA REALIDAD, en
la persona de Cristo, no reconocieron en él el cumplimiento de todos sus
símbolos, las sustancia de todas sus sombras. Rechazaron a Cristo, el ser
a quien representaban sus ceremonias, y se aferraron a sus, mismos
símbolos e inútiles ceremonias.
El hijo de Dios había
venido, pero ellos continuaban pidiendo una
señal. Al mensaje: "Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha
acercado",* Mateo 3:2.
Contestaron 18 exigiendo un milagro. El
Evangelio de Cristo era un tropezadero para ellos porque demandaban señales en
vez de un Salvador.
Esperaban que el Mesías probase sus
aseveraciones por poderosos actos de conquista, para establecer su
imperio sobre las ruinas de los imperios terrenales.
Cristo
contestó a esta expectativa con la parábola del sembrador. No por la fuerza de las armas, no por violentas
interposiciones había de prevalecer el reino de Dios, sino por la
implantación de un nuevo principio en el corazón de los hombres. "El
que siembra la buena simiente es el Hijo del hombre".*
Mateo 13:37.
Mateo 13:37.
Cristo había venido, no como rey, sino como sembrador; no para
derrocar imperios, sino para esparcir semillas; no para señalar a sus
seguidores triunfos terrenales y grandeza nacional, sino una cosecha que
debe ser recogida después de pacientes trabajos y en medio de pérdidas y
desengaños.
LOS
FARISEOS percibieron
el significado de la parábola de Cristo; pero para ellos su lección era
ingrata. Aparentaron no entenderla. Esto hizo que, a ojos de la
multitud, un misterio todavía mayor envolviera el propósito del nuevo maestro,
cuyas palabras habían conmovido tan extrañamente su corazón y chasqueado tan
amargamente sus ambiciones.
Los mismos
discípulos no habían entendido la parábola, pero su interés se despertó.
Vinieron a Jesús en privado y le pidieron una explicación.
ESTE ERA
EL DESEO QUE CRISTO quería
despertar, a fin de poder darles instrucción más definida. Les
Explicó la
parábola, como aclarará su Palabra a todo aquel que lo busque con sinceridad de
corazón. Aquellos que estudian la Palabra de Dios con corazones abiertos a la
iluminación del Espíritu Santo, no permanecerán en las tinieblas en cuanto a su
significado.
"El
que quisiere hacer su voluntad [la de Dios] -dijo Cristo-, conocerá de la
doctrina, si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo".* Juan 7:17.
Todos los que acuden 19 a Cristo en busca
de un conocimiento más claro de la verdad, lo recibirán. El desplegará
ante ellos los misterios del reino de los cielos, y estos misterios
serán entendidos por el corazón que anhela conocer la verdad. Una
luz celestial brillará en el templo del alma, la cual se revelará a los demás
cual brillante fulgor de una lámpara en un camino oscuro.
"El sembrador salió a sembrar". Marcos 4:3. PVGM
"El sembrador salió a sembrar". Marcos 4:3. PVGM
miércoles, 8 de enero de 2020
229. LA GLORIA DEL REY (Reflexiones Con Alejandro Bullón).
En la multitud del pueblo está la gloria del rey; y en la falta de pueblo la debilidad del príncipe.
Prov. 14:28.
Todos, lo queramos o no, de una forma u otra somos líderes. En la empresa, en la familia, en el colegio, en el vecindario. Elegidos o no, nuestra vida es el permanente ejercicio de la influencia.
En el texto de hoy, Salomón nos lleva a pensar en la importancia de las personas con las cuales nos relacionamos todos los días. "En la multitud del pueblo está la gloria del rey", afirma él. Tú eres el rey.
TU FELICIDAD dependerá, en parte, de las sabias relaciones que establezcas con las personas que te rodean.
¿Cómo ejercer una influencia positiva en las demás personas?
EN PRIMER LUGAR, conócete a ti mismo.
Y para saber quién eres,
necesitas primero saber quién es Dios.
¿Cómo puedes ir a algún lugar,
sin saber dónde estás?
Muchos dolores que el hombre causa son porque el ser humano no tiene una idea correcta de los límites de su humanidad. Si tú no eres Dios y tratas de actuar como si lo fueses, te vas a frustrar. Por tanto, conoce quién eres tú.
EN SEGUNDO LUGAR, ama a las personas y percibe su amor. Ellas solo seguirán a una persona amada.
Si tú no eres amado y obligas a las personas a seguirte, no eres un líder, eres un dictador. Nadie lidera a nadie "golpeándolo". Eso es abuso, no es liderazgo.
"El líder no demanda respeto,
administra el respeto que los otros
le dan voluntariamente".
Si tú quieres ser victorioso y feliz en la vida, no menosprecies la importancia de las otras personas, por insignificantes que te parezcan.
"En la falta de pueblo está la debilidad del príncipe", dice la segunda parte del consejo bíblico de hoy. Una persona sabia no impone su punto de vista a cualquier precio. Si fuese así, solo podría dirigirse a sí mismo. Cuando tú lideras a otros seres humanos, tienes que salir del "yo pienso que", en dirección al "nosotros pensamos que".
Haz de hoy un día de influencia consciente.
-Ama a las personas.
-Trata de comprenderlas.
-Concédeles una segunda oportunidad.
-Inspíralos.
Depende de Jesús y recuerda: "En la multitud del pueblo está la gloria del rey; y en la falta de pueblo la debilidad de un príncipe". AB
228. MI REFUGIO. (Reflexiones Con Alejandro Bullón).
Jehová será refugio al pobre, refugio para el tiempo de angustia. Sal. 9:9.
¿Viste alguna vez un ratoncito desesperado, huyendo del gato? Aquel escondrijo donde el ratoncito consigue meterse y ponerse a salvo de su predador es la figura exacta para definir lo que es un refugio. Eso es justamente lo que el Señor será para aquellos que en él confían.
Tú habrás percibido que en el texto de hoy aparece dos veces la palabra refugio. En español no es posible ver la diferencia entre una y otra, pero en el original hebreo hay una ligera variación de la palabra. La primera vez se da a entender que es un refugio alto, donde nadie puede alcanzarte. En la segunda, la variante añade la idea de un refugio fuerte, que nadie puede destruir.
¿No es maravilloso?
En este mundo en que tú vives rodeado de peligros constantes, en las calles, en el trabajo, en las más diversas circunstancias, acusado por enemigos sin rostro que están siempre dispuestos a destruir tu vida y herir a las personas que tú amas. En esta vida competitiva, donde no siempre los más capaces vencen, sino a veces los más desleales.
¿No te parece que es maravilloso saber que el Señor es un refugio alto y fuerte hacia donde tú puedes correr agotado para encontrar seguridad y consuelo?
El texto de hoy habla de la tribulación y del pobre, del oprimido. Literalmente "el tiempo de angustia" significa "tiempos de dificultades" y "pobres" significa humildes. Dios está hablando aquí de personas que por ser mansas, por buscar la paz, por querer el bien de los demás, guardan silencio y aceptan el dolor y, en consecuencia, pasan por tiempos difíciles, esperando que Dios se manifieste en algún momento. Y Dios se manifiesta. "No se adormecerá ni dormirá, el que guarda a Israel".
En esas horas dolorosas y amargas, cuando el mundo parece no comprenderte, corre a tu refugio y habla con tu Padre que todo lo ve y que es capaz de entender las aflicciones de tu alma.
No salgas hoy a las luchas y desafíos que en el camino te esperan sin tener la seguridad del compañerismo de Jesús y, no importa cuán oscuro parezca el horizonte o cuán escabroso el camino se presente, recuerda a lo largo del día que "Jehová será refugio al pobre, refugio para el tiempo de angustia". AB
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