Hijo mío, si recibes mis palabras, y guardas mis Mandamientos dentro de ti, si prestas oído a la sabiduría, si inclinas tu corazón a la prudencia, si clamas a la inteligencia, y a la prudencia das tu voz, si la buscas como a la plata, y la procuras como a tesoros escondidos, entonces entenderás el respeto al Eterno, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el Señor da la sabiduría, de su boca nace el conocimiento y la inteligencia. Provee de sana sabiduría, a los rectos es escudo a los que andan rectamente, guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos. Entonces entenderás justicia, juicio, equidad y todo buen camino. Cuando la sabiduría entre en tu corazón, y la ciencia te sea grata, la discreción te guardará, te preservará la inteligencia, para librarte del mal camino, de los hombres que hablan perversidades, que dejan el sendero recto, para andar por sendas tenebrosas. Que se alegran haciendo mal, que se huelgan en las perversidades del vicio, cuyas veredas son torcidas, y torcidos sus caminos. Te librará de la mujer extraña, de la ajena que halaga con sus palabras, que abandona al compañero de su juventud, y olvida el pacto de su Dios. Por eso su casa está inclinada a la muerte, sus sendas hacia los muertos. Los que se llegan a ella, no vuelven, ni alcanzan otra vez la senda de la vida. Los rectos heredan la vida. Así andarás por el camino de los buenos, seguirás la senda de los justos; porque los rectos habitarán la tierra, y los íntegros permanecerán en ella. Pero los impíos serán cortados de la tierra, y los prevaricadores serán desarraigados de ella. (Proverbios 2: 1-21).
Cuando vemos a que dedican más su tiempo los jóvenes, me quedo asombrado, buscan por millones en el Internet las paginas, Fotografías, videos… que traten de la sensualidad, el morbo, Sexo explícito o pornografía…, y en la vida física, buscan a mujeres que venden su sexualidad por dinero. Sí los Jóvenes supieran lo que tiene Dios para ellos, su vida sería diferente. Cuantos se contagian con enfermedades que no tienen cura. Pero pocos les gusta ser aconsejados, y se resisten a buscar el consejo de Dios.
¿Cuál es lo más importante en tu vida? ¿Qué buscas a toda costa? El consejo de Dios es que lo busquemos a él, más que a la plata y el oro.
Sabes en la vida; lo que nos pasa, solo es producto de lo que elegimos hacer con nuestra vida, y la Biblia está llena de consejos y este proverbio es uno de ellos.
¿Qué harás con el consejo de hoy, los harás tuyo? escucha este sabio consejo y practícalo y todo te saldrá bien. Y te libraras de aflicciones innecesarias y llevaras una vida lleno de grandes satisfacciones, y sobre todo tendrás paz. Dios te bendiga.
Pio Pablo Huamán Julca
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